En poco más de una década, Edgar Dueñas Peñaflor cumplió el sueño de todo canterano, debutar con la casaca de los Diablos Rojos y llegar a la cúspide como profesional, siendo tres veces campeón de la Liga mexicana.
En una plantilla plagada de estrellas, al central tapatío tuvo la posibilidad de hacerse de un nombre en el futbol mexicano y de la mano de Ricardo Ferretti supo lo que era debutar en el máximo circuito, “lo recuerdo con mucha emoción, ansiedad, la oportunidad de haber llegado a Toluca, tener la posibilidad debutar, porque Toluca era uno de los equipos más grandes de México y estaba marcando un época importante, con todos los campeonatos que había ganado en ese tiempo con el “Ojitos” Meza y con una gran plantilla, jugadores de mucho nivel que marcaron una época, en México y Toluca, así viví esa época, con esa ansiedad de poder trascender como ellos”.
Surgido de la escuela de Guadalajara, dirigida por Rogelio Becerra, a Dueñas le tomó tres años llegar al primer equipo y su presentación en el máximo circuito llegó el 18 de enero del 2004 ante los extintos Toros Neza.
“Fue complicado (debutar) por el nivel que tenía en ese entonces el club y el protagonismo era grande. Nosotros los canteranos sabíamos y conocíamos la responsabilidad de llegar en ese momento, sabíamos la historia y conocíamos a los jugadores, que habían logrado cosas mayores y como canteranos teníamos que dar ese extra para que nos tomaran cuenta”, manifestó.
En este sentido, su carrera no pasó inadvertida por los Diablos y a la fecha es una de las más exitosas para un surgido de las fuerzas básicas.
“Fueron más de 10 años, más de 300 partidos con Toluca, 3 campeonatos. Me quedo con los momentos de los campeonatos, sobre todo el último contra Santos porque es el último que ha obtenido el club, por la trayectoria que ya tenía, para mí uno de los más importantes, cuando considero que yo ya era un referente para el equipo”, abundó Dueñas.
De la parte histórica de los 105 años que celebra el Deportivo Toluca, el zaguero central rescató las enseñanzas y amistades que mantiene gracias a su estancia con los rojos, “no quisiera omitir a alguno, pero tendría que decir con Paulo Da Silva aprendí mucho, (Diego) Novaretti fue importante y con alguien que me llevo y la amistad inició ahí y continúa es Diego de la Torre. De técnicos tendría que reconocer al “Chepo”, por los campeonatos y que con él logre tener una responsabilidad mayor, de volverme un referente del equipo”.