Pasaron seis meses para que Valle de Bravo tuviera un nuevo campeón de la Liga Premier Vallesana.
A las 13:15 horas del domingo 14 de julio, en el estadio de fútbol de la Capilla, el líder de la competencia, Pipioltepec, se medía al sublíder, Leones Negros, con la única diferencia entre ellos de apenas dos puntos durante el torneo regular.
El escenario era espectacular, la tribuna techada del inmueble se mostraba a su máxima capacidad, y los asistentes que llegaban, tenían que quedarse de pie para disfrutar de un partido de fútbol prometedor, al menos eso se pensaba por lo mostrado, dentro del campo, de los finalistas.
Inició el partido. Ambos conjuntos reflejaban ansia de jugar, más que nervios.
Las emociones se detonaron al minuto 14 de la primera parte, cuando el goleador del torneo de los leones anotó a balón parado, haciendo estallar de júbilo a sus seguidores.
Pipioltepec no daba hecho de la pincelada que salió del botín de José Luis Bucio, aún peor, quedaron atónitos al minuto 36, cuando a otro balón parado, con un punta pie de Alonso Escobar, caía el 2-0.
La alegría de la tribuna felina desbordaba las butacas de la Capilla, era cuestión de 45 minutos de trámite para conseguir otro campeonato.
Sin embargo, no fue fácil, ya que al minuto 55 del tiempo corrido, Pipioltepec acortaba distancias, al anotar tras un serio descuido defensivo.
La presión se hizo presente, los nervios atacaban a la fiera, una jugada polémica, mancho el trabajo del juez central al expulsar a un defensa central de los Leones Negros. Y poco después, al 29 de la segunda mitad, Pipioltepec empataba, ilusionando a su afición por segunda ocasión en una final similar entre ambas escuadras.
Pero lo volvió a hacer, el goleador león, José Luis Bucio, dos minutos después, al 31 del segundo tiempo, en un tiro libre directo, la colgaba del ángulo, y el 3-2 se concretaba en el marcador.
La presión asfixiaba a ambas escuadras, un gol de diferencia y menos de 10 minutos por jugar separaban a Leones Negros del sexto campeonato.
Al minuto 43, tras una descolgada de los carrileros felinos, Alonso "La monja" Escobar quedaba solo frente a la meta, marcando el definitivo 4-2.
"Campeones, Campeones, olé olé olé, leones, leones, olé olé olé", se coreaba en el campo de juego. Llegó la sexta copa para el equipo felino.
El Rey de Copas mostraba su poderío, un estilo de juego que ha marcado época en los últimos seis torneos. Hay un nuevo monarco, un viejo conocido con una copa más en el escudo, Leones Negros ganó su sexto título de la Liga Premier de Valle de Bravo.