Dionicio Cerón, nacido el 9 de octubre de 1965 en Santa María Rayón, Estado de México, dejó huella en el maratón, su carrera deportiva que arrancó desde mediados de los 80 hasta el 2000 está marcada por logros que ningún atleta a nivel mundial ha superado, lo que le permite seguir haciendo historia.
En su largo camino y numerosos triunfos también en distancias de 10, 15 y 21 kilómetros, compartió con esta casa editora sus vivencias e inquietudes, habló sobre los Juegos Olìmpicos que se desarrollan en París, así como el papel que ha tenido la delegación mexicana, tampoco dejó de lado sus recomendaciones para las nuevas generaciones de atletas que buscan el sueño de llegar a los grandes escenarios.
De igual forma compartió su faceta como entrenador deportivo, con la finalidad de ayudar a los atletas a mejorar su nivel competitivo que les permitirá figurar en competencias como el Maratón de la Ciudad de México que se desarrollará a finales de este mes.
El mayor triunfo
Luego de los inicios de su carrera a mediados de los 80 y hasta su cierre en el 2000 con un maratón en Japón, en el punto más alto logró lo que nadie aún ha conseguido, ser el ganador del Maratón de Londres en sus ediciones de 1994, 1995 y 1996, y eso es algo que celebra y a su vez le inquieta.
“A veces me siento abrumado porque mucha gente me ve como si fuera algo muy especial, pero en realidad soy una persona común y corriente, tenía la locura de ser el mejor del mundo y lograrlo entrenando todos los días bajo condiciones difíciles en Santa María Rayón, todo eso va enriqueciendo a la persona para lograr sus objetivos, me dijo en una ocasión mi abuelo, nuestro apellido ya es inmortal”, señaló.
Otros de sus éxitos son el segundo lugar en la Carrera San Silvestre en Brasil en 1997 (12.6 km), primer sitio en el Medio Maratón en Coamo, Puerto Rico en febrero de 1988, en la misma prueba pero en 1990 en Estados Unidos primer lugar y donde consiguió marca mundial y mexicana.
Además participó en dos ediciones de los Juegos Olímpicos en la prueba del maratón, Barcelona 1992 y Atlanta 1996, no obstante fue en Barcelona (no terminó la prueba) donde tuvo una experiencia que le cambió su vida al fortalecer su fortaleza mental.
“Ahí llegó el momento en que me di cuenta que todo el trabajo que pensé estaba bien no era así, todos los consejos estaban mal, eso marcó un antes y un después en mi carrera y mi vida personal, y lo que vino después fue muy bueno”, externó.
Juegos Olímpicos de París
Y en ese contexto olímpico aprovechó para hablar sobre la presente edición que se lleva a cabo en París, así como la participación de la delegación mexicana que ha quedado lejos de los objetivos, ya que aseguró que a nivel gubernamental no se tienen las estrategias adecuadas.
“Casi no veo las olimpiadas, pero en nuestro país los deportistas hacen mucho ante el nulo apoyo que tienen, no hay un programa de captación de talentos, ni educación física en las escuelas, no se trabaja con las bases, mientras eso no cambie vamos a seguir igual, todo es no, el gobierno no tiene la visión de implementar la actividad física, eso complica las aspiraciones en unos Juegos Olímpicos”, aseveró Dionicio Cerón.
Agregó que países como China, Japón, España, tienen programas de desarrollo deportivo, incluso clubes de futbol en España que deben tener de todos los deportes y en México se está lejos de estas estrategias, por lo que incluso en el atletismo donde el país ha sido protagonista en diferentes ediciones los atletas están lejos de subir al podio.
Las recomendaciones a los atletas
También hizo algunas recomendaciones a las nuevas generaciones de atletas, pero lo fundamental es empezar a tiempo, es decir a temprana edad, ir alcanzando resultados de acuerdo a las capacidades del organismo y no forzarlo.
“Si a los 25 años no estás cerca de los récords mundiales después ya es muy difícil porque el envejecimiento ocasiona que los músculos limiten el rendimiento, la biología ya no te lo permite y lo que se hace es alterarla, lo que se refleja con la muerte de personas muy jóvenes”, refirió.
También señaló la necesidad de acudir con gente profesional para un adecuado entrenamiento y no solo con aquellos instructores que tienen más reacciones y seguidores en las redes sociales.
Finalmente compartió una anécdota, en 1998 corrió por segunda ocasión el Medio Maratón de Philadelphia, pero por el kilómetro 10 estaba por el lugar 100, estaba desconcertado porque lo estaba haciendo muy mal.
“Ese día surgió la frase -un kilómetro más pero más rápido- así que en los kilómetros siguientes recuperé terreno, pero todo fue mental y eso se reflejó al poder llegar en el sexto sitio, pero en ese momento dije, vengo el otro año a ganar y así fue”, refirió.