Ignacio Ambriz tuvo que olvidar su idea de ser secretario técnico después de su retiro como jugador y con ayuda de Javier Aguirre descubrió su potencial para ser director técnico, profesión en la que dijo, siempre hay oportunidades para crecer, ayudar, aprender y mejorar.
El técnico de los esmeraldas de León hizo un repaso por su época como jugador, su mudanza a España y el difícil regreso que tuvo a México para arrancar la carrera como estratega, todo a través de una charla virtual con la comunidad estudiantil de la Universidad Autónoma del Estado de México.
"Nacho" habló de liderazgo y que como jugador, siempre tuvo ese toque para contagiar a sus compañeros, eso lo llevó a conseguir cosas importantes en los equipos en los que militó y en la Selección Nacional, donde vivió momentos que marcaron su vida.
Ambriz refirió que tuvo serias dudas tras su retiro y Javier Aguirre fue fundamental en su vida y para definir su futuro , "tengo que agradecer a quien me cambio el rumbo. A los 34 años me retiré y me estaba preparando para ser secretario técnico, en ese momento quería entender a los directivos. A Javier le compartí que estaba estudiando para director técnico pero en realidad quería ser secretario, se rió y me dijo que no tenía el perfil, él me veía trabajando en cancha. Así me voy con él al Mundial, me deja tareas de auxiliar y eso para mi fue de gran ayuda. Tuve aventuras con América sub 15, me avente con el Puebla a quererlo salvar de no descender y terminé haciéndome a un lado".
Con Aguirre el crecimiento que tanto buscó llegó en el futbol español. Dirigiendo el Osasuna se metieron a una final de Copa del Rey y a la previa de Champions, mientras que con el Atlético de Madrid vivió capítulos importantes, sin embargo el panorama ahora ya era muy diferente y Nacho quería volar en solitario, después de 7 años de aprendizaje.
"Me fui amoldando al futbol mexicano, traté de aplicar mi ideología y con el León creo que es donde mejor me salió. Convencerlos de cómo quería jugar. Tuve que adaptarme, me dijeron que si no cambiaba mi manera de ser no podría dirigir aquí y así lo hice, mi base siempre es y será mi forma de entrenar, como entrenas, juegas".
Orden, intensidad, futbol y pasión son los conceptos que rigen a Ignacio Ambriz, un tipo nacido en el barrio, en Iztapalapa, desde donde siempre soñó con alcanzar cosas importantes.
"Hay momentos de éxito pero atrás también hay lapsos de decir que no servía para esto, de llorar, de desesperaste, algunas veces perdí el rumbo. De los fracasos te vuelves un tipo con carácter y con éxito, pero antes de eso sufrí y hubo mucho trabajo", manifestó.
Hoy Ambriz goza de prestigio como director técnico después de encabezar proyectos importantes con las Águilas del América y los esmeraldas de León pero su misión, según dijo aún está lejos de concluir, "agradezco a Dios, todo lo que he hecho, los momentos complicados valieron la pena y hoy me siento con la responsabilidad de ayudar a las nuevas generaciones para que salgan adelante", puntualizó.