A semanas de cumplir dos años al frente de los Diablos Rojos del Toluca, el entrenador Hernán Cristante Mandarino hizo un balance de su gestión y dijo que al momento el saldo es a favor, pese a que no se ha conseguido el título.
Haber calificado a la liguilla en dos ocasiones responde al plan de trabajo que desde el principio le planteó al dueño del Deportivo Toluca, Valentín Diez Morodo en mayo de 2016 cuando fue elegido estratega del plantel de primera división y tras la salida de otra estrella, José Saturnino Cardozo.
“Le dije a don Valentín en su momento 'no me dé el puesto de técnico, aunque yo saltaba de alegría'. Le dije que tal vez necesitaba a otro técnico porque venía el Centenario y hoy, después de tanto, el compromiso es absoluto”, manifestó Hernán.
Con la tranquilidad que le dan ahora los resultados, el exarquero y figura escarlata recordó aquel 31 de mayo cuando tomó las riendas del equipo, “uno va aprendiendo, mejorando, en la vida siempre se aprende y eso me pasó, aunque todo se dio con una entrada incierta”.
“En mi evaluación todo lo que le dije al licenciado Valentín desde mi llegada a la fecha se ha ido cumpliendo. Fue cuesta arriba para todos, pero las cosas han ido mejorando, estoy contento, muy tranquilo, porque la planificación fue acertada”, mencionó.
En este sentido, hoy más que nunca Hernán defendió su proyecto pese a la lluvia de críticas el semestre pasado, “sigo ilusionado, estoy metido con lo que hago. No haré ningún trabajo pensando que no se puede pelear el campeonato, que no se puede pelear la Liga o la Copa, no, la idea es esa. Hoy busco la mejor versión para crear una posibilidad real de ir por un título, eso está en mi cabeza desde que llegué”.
Realista, el argentino aclaró que las promesas no son, ni serán su estandarte para conseguir la aceptación de la afición, “no puedo prometer un título, sería mentir. Hay equipos en el mundo que invierten mucho más de lo que se invierte aca y así el título no llega, hay que ser realistas”.
Aunque la confianza de la directiva siempre fue absoluta, Cristante aceptó que hubo momentos muy complicados al frente del equipo de sus amores pero que éstos ya quedaron atrás, “no pensé en decir chao. Sí me acuerdo en una parte donde dije que no podía sacarle más a este equipo, porque intentábamos todo y no se daban los resultados. En cuanto a lo que dicen, todo el mundo tiene razón, si dicen que soy brillante o que no sé de esto, tienen razón, antes me tomaba tiempo para contestar, pero ahora si quieren decir algo, aquí la puerta está abierta”.
Justamente cuando vivió los momentos más asfixiantes en su gestión, el argentino reveló que se dio tiempo de volver a sus orígenes con la gente que podía transmitirle la paz y conocimiento que no podía visualizar, “tengo diálogo con mucha gente. Se acerca Omar Blanco, “Sinha” que ahora funge como un trabajador de la institución, pero que siempre estuvo pegadito. Viene el “Flaco” Macías, ha venido Carlos Morales, hablo mucho con Fabián Estay, con el profe (Enrique) Meza. Tenemos un grupo y uno siempre pide no sé si consejos, pero sí que te transmitan sus experiencias”.
En este camino, el entrenador se enfrentó “al mundo” al fichar a Rubens Sambueza y Ángel Reyna, jugadores que eran señalados de indisciplinados, y de eso también puede presumir que fue un gran acierto, por lo menos con el argentino que se ha convertido en un ídolo mexiquense.
“La gente señala, pero ¿quién los conoce?, ¿quién se ha sentado a charlar con ellos?, ¿saben lo que necesitan?” cuestinó el legendario arquero y abundó, “vez a Ángel Reyna divirtiéndose y podría estar enojado porque no ha tenido minutos, pero no, es un muchacho feliz y yo hoy me río de eso; Rubens hoy es el estandarte del Deportivo Toluca, junto con otros. No sólo es súper profesional, está metido, sabe las necesidades que tienen los compañeros y él está atento”, refirió.
Y con los Diablos Rojos como segundo lugar de la clasificación general, en la antesala de la Liguilla y señalados como candidatos al título, Hernán Cristante Mandarino no come ansias, sabe que va en el camino correcto, pese a todo “la gente cree que es muy simple. Gracias a Dios hay una directiva que entiende lo que estamos haciendo, que la paciencia va sobre resultados y nosotros sólo podemos trabajar por lo que merece una institución de esta magnitiud”.