La natación ha sido reconocida durante mucho tiempo por sus beneficios cardiovasculares debido a que la actividad involucra a todos los grupos principales de músculos lo que exige un mayor trabajo del corazón, con lo cual aumenta también el flujo sanguíneo por todo el cuerpo y crea nuevos vasos sanguíneos.
Sin embargo, al ser un ejercicio aeróbico (que ayuda a mejorar el sistema cardíaco y la resistencia del cuerpo), en investigaciones recientes se ha encontrado que podría proporcionar un impulso único a la salud del cerebro, ya que nadar de manera regular mejora la memoria, la función cognitiva, la respuesta inmunitaria y el estado de ánimo.
Adicional a lo anterior, también puede ayudar a reparar el daño causado por el estrés y forjar nuevas conexiones neuronales en el cerebro, de acuerdo al artículo publicado por la BBC News Mundo con el título: Por qué la natación es el mejor de los deportes para el cerebro.
En el trabajo de investigación se agrega que hasta la década de 1960, los científicos creían que la cantidad de neuronas y conexiones sinápticas en el cerebro humano era finita, y que una vez dañadas, estas células cerebrales no podían reemplazarse, pero eso cambió cuando los científicos comenzaron a ver una amplia evidencia de nacimiento de neuronas en cerebros de humanos adultos y otros animales.
Actualmente existen pruebas claras de que el ejercicio aeróbico puede contribuir a la neurogénesis y desempeñar un papel fundamental para ayudar a revertir o reparar el daño a las neuronas y sus conexiones tanto en mamíferos como en peces.
En un estudio en ratas se demostró que la natación estimula las vías cerebrales que suprimen la inflamación en el hipocampo e inhiben la apoptosis o muerte celular, también mostró que puede ayudar a la supervivencia de las neuronas y reducir los impactos cognitivos del envejecimiento.
Debido a que la natación impulsa la función cognitiva, los científicos sugieren que podría proporcionar una base para usarla como una forma de mejorar el aprendizaje y reparar el daño a la memoria causado por enfermedades neuropsiquiátricas en humanos.
Otra investigación comparó la función cognitiva entre atletas que hacen ejercicio fuera del agua y nadadores en el rango de edad de adultos jóvenes. Si bien la inmersión en agua en sí no marcó la diferencia, se descubrió que 20 minutos de natación estilo pecho de intensidad moderada mejoró la función cognitiva en ambos grupos.