El Comité Olímpico Internacional (COI) y los organizadores locales dicen que la justa olímpica se llevará a cabo como estaba programado, pero el reloj sigue avanzando y esto se torna a un riesgo de cancelación con afectaciones económicas.
El destino de los juegos afectará a 11 mil deportistas además de 4 mil 400 paraolímpicos, técnicos y dirigentes, organizadores, el Gobierno japonés, los medios de transmisión, aficionados y patrocinadores de todo el mundo. A todos ellos se les suma el sector hotelero, las aerolíneas y los servicios de transporte, así como 80 mil voluntarios.
“Cuesta imaginar que esto se habrá resuelto para fines de mayo, pero podría ser”, comentó Ali Khan, epidemiólogo y decano del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Nebraska en declaraciones a la AP que hizo llegar por correo electrónico.
Kazuhiro Tateda, experto en enfermedades infecciosas y miembro de una comisión del Gobierno japonés, consideró que el virus probablemente tarde en desaparecer. “A diferencia de la gripe, que se va cuando llega el verano, pareciera que el coronavirus podría durar entre seis meses y un año”, precisó al canal NHK.
Cabe señalar que el COI tiene numerosos reaseguros financieros en caso de una cancelación, algo que se ha dado una sola vez durante tiempos de guerra desde el inicio de los Juegos Olímpicos modernos en 1896.
Por su parte Wolfgang Maennig, excampeón olímpico de remo y quien enseña economía deportiva en la Universidad de Hamburgo, explicó que cualquier pérdida sería compartida. “Las compañías de seguro tendrían que pagar por buena parte de las pérdidas del COI”, expresó en un correo electrónico enviado a la AP. “El resto lo tendrá que absorber el COI”.
El contrato firmado por el COI con la ciudad de Tokio estipula que se pueden cancelar los juegos por razones de fuerza mayor. Los más perjudicados por una cancelación podrían ser los deportistas, según Victor Matheson, economista especializado en el deporte del College of the Holy Cross de Worcester, Massachusetts.
Su carrera no es larga y en muchos deportes los Juegos Olímpicos son la gran oportunidad de beneficiarse económicamente.
La empresa madre de NBC, Comcast, dijo que gracias a los seguros y a la forma en que se redactan los contratos, la cadena no sufriría pérdidas si se cancelan los juegos sin embargo dejaría de percibir el dinero de los avisos, que en Río 2016 llegó a 250 millones de dólares.
Christopher Chase, abogado de Nueva York especializado en el deporte, la propiedad intelectual y los medios de prensa, señaló que difícilmente los patrocinadores y los medios de comunicación demanden por ruptura de contrato si las Olimpiadas no se llevan a cabo o si cambian las condiciones. Indicó que estos contratos generalmente tienen cláusulas que los protegen en situaciones extraordinarias.
Pero “todo aquel que ya haya pagado por alojamientos, vuelos y demás, probablemente pierda ese dinero. El dinero de los patrocinadores es la menor de las preocupaciones”, puntualizó.