Santiago Tianguistenco.- El gran Salvador “Sal” Sánchez Narváez, monarca universal pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), continúa en el recuerdo de la gente a 36 años de su fallecimiento; familiares y amigos le rindieron su tradicional homenaje en su natal Santiago Tianguistenco.
Al mediodía, la Catedral del Buen Suceso lució a su máxima capacidad para la misa en su memoria; posteriormente se trasladaron por el andador Carlos Hank González hacia el panteón municipal donde continuaron con la ceremonia ante la presencia de familiares, la comunidad boxística, autoridades municipales y estatales.
Entre los familiares estuvieron María Luisa Narváez, mamá de “Sal”, sus hermanos Javier, Juventino, Horacio, Amado y Paula, así como sus hijos Omar, Sulio y Christian Sánchez, además de Antonio Barrera Alcántara, presidente municipal de Tianguistenco, que agradecieron a los asistentes la posibilidad de seguir recordando al púgil que se ganó un lugar en la historia del deporte de los puños.
“Como cada año familiares, amigos, adversarios deportivos, autoridades, pero principalmente el pueblo de Santiago Tianguistenco rinde un homenaje al campeón del cuadrilátero Salvador Sánchez Narváez, uno de los más grandes atletas que ha dado México, que con su esfuerzo logro conquistar los grandes escenarios del pugilismo de su tiempo”, dijo Antonio Barrera, presidente municipal de Tianguistenco.
La música de mariachi se escuchó durante toda la ceremonia con melodías que gustaban al inolvidable campeón, entre ellas “México lindo y querido”, " El Rey", en ese contexto el Ayuntamiento de Tianguistenco, entregó el arreglo floral en la tumba del “Sal” Sánchez.
Para continuar, los asistentes se dirigieron al auditorio Miguel Hidalgo para dejar una ofrenda floral en la estatua del boxeador y ahí mismo se desarrollaron las finales del Torneo de Boxeo Amateur.
El récord en su vida profesional fue de 46 combates, 44 ganadas, 32 por nocaut y una perdida, entre sus combates más recordados está la defensa del título que logró ante el puertorriqueño Wilfredo Gómez, quien era favorito, pero perdió por nocaut técnico en el octavo round en el Caesars Palace de Las Vegas, Nevada.
El 2 de febrero de 1980 conquistó el cetro de las 126 libras luego de vencer a Danny López en Phoenix, Arizona, y ante él mismo logró la segunda defensa de nueve que realizó en total, antes del fatal accidente automovilístico.