Como desde hace 12 años, La Banda del Rojo dejó de alentar a los Diablos Rojos del Toluca desde las tribunas para enfocarse en niños y niñas de comunidades rurales a quienes les llevó juguetes para celebrar el Día de Reyes.
Los gritos se quedaron en la tribuna y transformados en Reyes Magos, 15 integrantes de La Banda del Rojo visitaron comunidades de la localidad de Raíces, ZInacantepec para entregar más de 300 obsequios, producto de la colecta que el grupo de animación arrancó desde el 3 de enero.
“Todos los sectores que conformamos la banda hicimos una aportación, el 80 por ciento de los juguetes eran nuevos y ya los entregamos en las faldas del Toluca. Fuimos a la comunidad de La Puerta y dos comunidades más de Raíces; se entregaron los juguetes y llevamos playeras del Toluca; los niños se identificaron de inmediato con el equipo”, relató Federico, líder del grupo de animación de los Diablos.
En un gesto de solidaridad con vecinos que padecen estas fechas de condiciones climáticas adversas, integrantes de la Banda del Rojo también realizaron actividades de convivencia, generando sonrisas a los niños presentes como a sus familiares.
“Hicimos un conteo, beneficiamos a más de 320 niños y niñas. Esto surgió hace diez, doce años. La satisfacción es una de las experiencias más grandes que hemos tenido. Como anécdota, llegamos a un campo, un niño gritó “ya llegaron los juguetes” y de inmediato la gente comenzó a correr desde el monte por ellos”, abundó “Goku”.
Para esta labor social, La Banda del Rojo contó con el apoyo de aficionados e integrantes de la misma que respondieron con donaciones, al igual que para la entrega, donde por protocolo, sólo acudieron 15 integrantes, “participó mucha gente de los sectores para la colecta. Esto no tiene ningún fin, no es lucrativo, es una apoyo social, como todas las actividades que hacemos”, acotó Federico.
El grupo de animación, reconocida como una de los más radicales del Toluca, pero también de las mejor organizadas, brinda apoyo no sólo desde las tribunas, éste ahora va de la mano con la labor social.
Además de la entrega de juguetes, durante el arranque de la pandemia por Covid-19, LBDR se dio a la tarea de recolectar fondos para comprar insumos que fueron destinados a los hospitales de la capital mexiquense y para personas en condición de calle.