Para hablar de la historia reciente del Deportivo Toluca es imprescindible recordar al mediocampista, capitán y multicampeón de los Diablos, David Rangel, que con la casaca escarlata levantó cuatro títulos, tres de los cuales fueron una promesa cumplida para el entonces dueño del equipo, Don Nemesio Diez Riega.
De la mano de Enrique Meza, el Toluca de los noventas marcó una época en el balompié mexicano y ese equipo, plagado de estrellas, es recordado hasta la actualidad por ser el “Rey de los veranos”.
“Esa etapa inicio con una pretemporada atípica, en Croacia, pensada por el profe Meza con el presidente Rafael Lebrija. Formamos un grupo muy unido, los extranjeros con los mexicanos, hubo una comunión importante que se llegó a hacer una gran familia y de ahí partimos. En lo deportivo se generó la confianza, la idea clara del entrenador, esa hambre de triunfo y de trascender se generó ahí y al final se logró”, recordó Rangel Torres.
La segunda etapa histórica y de éxitos del conjunto mexiquense marcó un antes y un después, y así lo tiene presente el nacido en San Luis Potosí, “llegando a México (de Croacia) generamos sin parar, ese ´98 pasamos por encima de todos, rompimos todo, fuimos la mejor defensiva, la mejor ofensiva, fue un año maravilloso después de 25 años sin triunfos, porque pasamos penas y en esa época la familia mexiquense tuvo un merecido campeonato”.
A ese título del 98 le siguieron temporadas llenas de futbol, goles de antología y el despunte de futbolistas que hicieron de ese Toluca, uno de los más espectaculares, “fue un triunfo grande, por todo lo que habíamos pasado, marcamos una parte dela historia, un parteaguas para el futbol mexicano y para lo que es el Toluca. No sólo era jugar por jugar, teníamos definido nuestro estilo, así lo manejó el profe y lo entendimos. Fuimos contundentes, espectaculares, apabullantes en aspectos del futbol como en las individualidades con Cardozo, Estay, Alfaro, Abundis, Carlos María Morales, “Flaco” Macías, Carmona, Omar Blanco”.
Como capitán y referente de los Diablos, David logró junto a Enrique Meza equilibrar a esos “monstruos” dentro y fuera de la cancha, “marcamos un futbol distinto, teníamos equilibrio en la cancha y en lo personal; era un equipo que jugaba dando espectáculo y dando resultados. Entendimos que era un equipo, las individualidades brillaban a través del equipo, todos poníamos el granito de arena. Había cambios y no se veía diferencia, el profe y un servidor manejábamos bien al grupo, para ayudarnos, eso nos marcó, rompiendo esquemas, nos tenían “pavor” porque este equipo juagaba solo, pero manteníamos esa humildad”.
El “capi” resumió esa etapa como una comunión que venía desde “arriba” con Don Nemesio Diez Riega, propietario del club y quien siempre dio apoyo total al plantel, cuerpo técnico y directiva, lo que al final se trasladó a la consecución de títulos.
“Teníamos la oportunidad de platicar con don Nemesio y un día me pidió directamente un campeonato. Hombre, me dijo, necesito que antes que me muera me traigas un título y puedo decirlo con orgullo que le pude entregar tres copas. Tres campeonatos que se dicen fácil pero tuve la oportunidad de festejarlos con él, y el último con el licenciado (Valentín), cada uno con sus particularidades. Él nos llevó a ser un equipo ganador, después de estar padeciendo el descenso, se dio la posibilidad de ser el rey de los veranos”, afirmó el ex mediocampista.
Y en este resurgir del Deportivo Toluca, Rangel resaltó la labor de Enrique Meza, “siempre lo vimos como a un segundo padre. Con el profe cimentamos la base para lo que hoy es el Toluca, que ahora ya haya un estadio nuevo, el ser protagonista, ganar títulos y me da una satisfacción importante porque es un legado que dejamos”, puntualizó.