El novillero Francisco Martínez fue salvado de una intensa cornada gracias a que su hermano brincó el burladero, corrió al ruedo y se posó sobre él.
La corrida de Año Nuevo en la plaza de Querétaro no terminó en tragedia gracias a que el hermano de Martínez se armó de valor y protegió a su hermano con solo su cuerpo al verlo inmovilizado en la arena tras la embestida del animal.
Su hermano también recibió una ligera cornada del toro mientras el novillero seguía tendido en la arena
Martínez fue trasladado a la enfermería mientras que el novillero Andre Lacravere tocó turno para finiquitar al ejemplar pero finalmente Francisco solicitó una espada y se tiró a matar al suyo, dejando un pinchazo y un estoque entero al segundo viaje. Una oreja le fue concedida, pitada por un sector.
Con información de Paulina Rico / Diario de Querétaro