El vuelo en parapente es una actividad del turismo de aventura que se practica en el pueblo mágico desde la década de los 70. Esto ha motivado a que se creen escuelas con el objetivo de enseñar la técnica de volar.
Tales el caso de la escuela Zopilotes Team, la cual instruye a un grupo de 22 jóvenes vallesanos para que el día de mañana logren ser pilotos reconocidos en esta categoría.
“Nosotros desde muy pequeños nos empezó a llamar la atención la actividad, la cual empezamos a incorporarnos y tratar de aprender, y ser uno de los primeros pioneros vallesanos aquí en Valle de Bravo”, explicó en entrevista con El Sol de Toluca Luis Enrique Benítez, fundador de dicha institución.
Detalló que el objetivo de iniciar a los jóvenes en escuelas de vuelo es enseñarles y compartirles el conocimiento que tienen los instructores de vuelo en parapente, para que, con esfuerzo y dedicación, sean un ejemplo de orgullo representando a Valle de Bravo en competencias nacionales e internacionales
La idea aquí es motivarlos para que crezcan, agarren buen nivel, aprendan a volar como las aves, como lo son los ciclistas, corredores, esquiadores, veleristas, hay mucho talento.
“Desafortunadamente el apoyo aquí en Valle de Bravo no se tiene, pero hay buenas personas que tienen la iniciativa de apoyar y motivar a los chavos antes de que se claven en alguna adicción”, confesó Enrique Benítez.
Señaló que al inicio los jóvenes interesados asisten a diversos cursos de capacitación con equipo prestado de los mismos instructores de la escuela y, con el paso del tiempo, buscan hacerse de equipo propio por ello, la responsabilidad de Enrique Benítez, así como de los instructores, debe de estar encaminada al cuidado de la integridad física y emocional de los jóvenes voladores, verificando que las cosas se hagan bien y que manipulen adecuadamente los instrumentos del equipo, para evitar un accidente.
“Es una gran responsabilidad que tenemos nosotros, sin embargo, confiamos en ellos, de que hacen las cosas bien, de momento nos hacen caso”, dijo Enrique Benítez.
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Esta es una escuela iniciada por vallesanos y para vallesanos pues reconocen que la identidad debe de ser un valor preponderante en la formación de los nuevos pilotos e incluso, este sentimiento de identidad, impregna en el propio nombre de dicha organización, pues de acuerdo con la charla sostenida con Enrique Benítez, refirió que el nombre de zopilotes se lo debe a un reconocimiento popular.
“Cuentan nuestros padres que había muchos zopilotes que rondaban la Pila Seca, entonces estaban distribuidos diferentes apodos en diferentes barrios, y en este caso a los que nos tocó nacer aquí en Santa María, el apodo de zopilotes”.
“Tratamos de imitar a las aves”
Arturo Daniel Nava Estrada, joven vallesano de 16 años de edad, platicó la experiencia de volar en los cielos del Pueblo Mágico, reconociendo que hasta que alguien lo vive, lo puede explicar.
“Es una sensación que se siente agradable, es una experiencia muy bonita, lo disfrutas, no es algo así como te lo cuentan, sino como tú lo vives, estoy muy enfocado en esto, me agrada lo que estoy haciendo, quiero llegar a hacer grandes cosas”.
El joven integrante de Zopilotes Team confesó que hay tensión cuando se para en la pista, ubicada en la reserva estatal de Monte Alto, pues cuando hay gente observándolo y las condiciones climáticas son adversas, debe de emplear su capacidad al máximo para no tener distractores.
Te dan ganas de no despegar, o de no sé, salir y salir rápido por qué tienes la tensión de que algo te pase en el despegue o algo hagas mal.
Sin embargo, también dijo estar seguro de emplear los conocimientos que está recibiendo en la escuela de vuelo pues los consejos que dan los instructores para quién va a aprendiendo son precisos al momento de estar en el aire.
Mismo comentario lo realizó Juan Diego Ponce Núñez, otro integrante de Zopilotes Team. “Los instructores nos han dado muchísimos consejos y hemos aprendido de ellos, como a hacer bien las cosas, despegar, a no arriesgar mucho la vida cuando no hay condiciones cuando no podamos volar, saber en qué condiciones se puede volar, y en qué tiempo podemos volar”.
El joven, quien lleva 50 vuelos desde el pasado mes de septiembre de 2020, explicó que la curiosidad por volar nació desde niño y con las enseñanzas que le han dado en Zopilotes Team ahora se siente seguro y contento practicando dicho deporte de aventura.
“A mí me llamó la atención porque desde pequeño ya veía como todos volaban, también me siento bien volando, me siento seguro y contento haciendo esta actividad”, explicó Juan Diego.
Ambos recibieron los cursos P1, de iniciación, y P2 de progresión, los cuales les ayudarán a volar en condiciones ambientales adecuadas para el nivel que ellos tienen.
“Este equipo de Zopilotes me va a enseñar grandes cosas, y si se puede y tengo la posibilidad de ser algún representante de Valle de Bravo y de México estaría muy orgullo” aseguró Arturo Daniel.
