¿Te has imaginado cuál es el olor de la Luna? De acuerdo con Gene Cernan, astronauta del Apolo 17 y John Young, astronauta del Apolo 16, la recuerdan con un olor fuerte y petetrante, con polvos difíciles de quitar.
Obviando el hecho de que en el espacio no hay oxígeno ¿de qué forma llegaron a esas conclusiones? Según con ambos astronautas y las crónicas de la NASA, cada uno tuvo la oportunidad de comprobar el olor después de su caminata espacial y fue cuando al regresar a la nave se retiraron el casco y quedaron impregnados del polvo lunar, el cual en sus palabras es “increíblemente pegajoso”, pues se adhería a las botas, los guantes y cualquier superficie expuesta a ella.
Al quitarse los guantes y los cascos, los 12 astronautas de las seis misiones Apolo (1969-72) pudieron sentirlo, probarlo e incluso olerlo.
El piloto del Apolo 11, Buzz Aldrin, dijo que el polvo tenía una fragancia “como a carbón quemado o similar a las cenizas de una chimenea, sobre todo si derramas un poco de agua sobre ellas”.
Por su parte, Charlie Duke, piloto del Apolo 16, dijo por radio que “sabe y me huele a pólvora”.
Ocho meses después, tras la misión del Apolo 17, Gene Cernan confirmaría las percepciones de Duke con estas contundentes palabras: “Huele como si alguien hubiera disparado una carabina (un arma de fuego similar al fusil) aquí dentro”.
Otro de los tripulantes del Apolo 17, Harrison (Jack) Schmitt, explicaría después que “todos los astronautas del Apolo estaban familiarizados con el manejo de armas”, y por eso “cuando dijeron que ‘el polvo lunar huele como la pólvora quemada’ sabían de lo que hablaban”.
Satélite de pólvora
Varios expertos desmintieron que la Luna fuera explosiva o que el polvo lunar tuviera alguna similitud con la pólvora, sin embargo es un misterio todavía por resolver, pero hay algunas teorías.
Donald Pettit, un ingeniero químico y astronauta que experimentó largas estancias en la Estación Espacial Internacional (EEI), ofreció una explicación:
La Luna es como un desierto de 4 mil millones de años. Es increíblemente seca. Cuando el polvo lunar entra en contacto con el aire húmedo en un módulo lunar, se consigue el ‘efecto de la lluvia del desierto’ y algunos olores.
El científico también dijo que otra posibilidad es que el polvo lunar “se queme” dentro de la atmósfera de oxígeno del módulo lunar a través de un proceso de oxidación, parecido a la combustión, pero muy lentamente, por lo que no produce llamas.
Una de las cosas que más asombro generan es que el polvo lunar ya no huele al llegar a la Tierra. Existen varias muestras de polvo y roca lunares recogidas por los astronautas.
La NASA dice que, una vez en la Tierra, esa sustancia perdió fuerza y fue “contaminada” por aire y agua, eliminándose de cierta manera los efectos de cualquier reacción química olorosa durante el viaje de regreso a la Tierra de los astronautas.
Pero como desde 1972 no han habido nuevas misiones tripuladas a la Luna, todavía no hay nuevos recuentos de astronautas que hayan podido contar a qué sabe y a qué huele nuestro único satélite natural.