La movilidad de objetos con la mente es posible y no es precisamente la trama de una película de ciencia ficción. Se logra con un sistema que procesa señales del cerebro, al colocar electrodos a una persona y un software especializado.
Y esto es posible gracias el científico mexicano Christian Peñaloza, quien a lo largo de una década se ha enfocado a inventar varios sistemas, uno de ellos es AURA, el cual es un dispositivo interfaz que capta señales de diversas partes del cerebro.
El maestro en Inteligencia Artificial (IA) y Robótica, así como doctor en Neurociencia Cognitiva aplicada a la Robótica por la Universidad de Osaka, Japón, desde hace años se dedica al área de sistemas interface cerebro-máquina que permiten adquirir las señales del cerebro y luego desarrollar algoritmos de IA para reconocer patrones generados por ciertos pensamientos.
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Esto con la intención de traducirlos para el control de alguna prótesis robótica, de una silla de ruedas eléctrica, de un sistema de iluminación en una habitación o aparatos de asistencia para personas con algún tipo de discapacidad motriz o cuadriplejia, explicó en una entrevista con El Sol de Toluca.
El especialista reseñó que empezó su labor en esa área científica con un destacado profesor japonés, el cual se clonó así mismo a través de un androide y decidieron juntar sus tecnologías para trabajar en proyectos innovadores, como controlar robots androides con la mente. Algo que asemejó a la trama de una cinta de ciencia ficción titulada en español El Sustituto.
“Hicimos el primer experimento con un robot androide, le colocamos unas esferas en las manos y proyectamos lo que ve el robot a un operador, cuando una de las esferas se activa, el operador piensa en agarrar una de las esferas, decodificamos la intención de movimiento del área del cerebro y enviamos los comandos de control a las manos del robot”, explicó.
Inicio
Para iniciar su proyecto AURA, relató Peñaloza, se requería de apoyo económico y lo buscó a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), pero dichas instancias no se lo otorgaron.
Esa negativa no lo detuvo e intentó por su cuenta, junto con personas allegadas, obtener los recursos en Japón.
Tras dar ese paso, comenzó a inventar una herramienta que permita a desarrolladores, centros de investigación y universidades incursionar en el área de neurotecnología, refirió.
“Desarrollamos esta tecnología que también tiene este gorrito en el cual podemos monitorear diversas áreas del cerebro. El aparato tiene varios electrodos en la gorra, hicimos nuestro su propio software con el cual podemos visualizar en tiempo real qué áreas del cerebro se activan y con esto eventualmente controlar un dispositivo, por ejemplo, hacer que un dron vuele”, externó.
La infraestructura, describió, es pequeña y compacta, lo cual permite que sea portátil y económica.
El sistema AURA se ha aplicado en el control de ortesis de mano para rehabilitación, se ha utilizado para monitorear la actividad cerebral de niños con autismo, en el estudio de ondas para ataques epilépticos y brazos robóticos, enlistó.
Para leer las ondas del electroencefalograma necesariamente se deben monitorear en la cabeza. Aunque, aclaró que el dispositivo tiene la capacidad de procesar señales de los músculos, es decir, al colocar los electrodos en el pecho o en los brazos y así medir la actividad eléctrica cuando nos movemos.
En AURA, precisó que la Inteligencia Artificial se aplica en la forma con que analizamos la data del cerebro.
“La inteligencia artificial lo que hace es que encuentra los patrones cerebrales, ¿cuáles son los patrones?, por ejemplo, del área motriz, los identifica para poder enviar el comando al brazo robótico”, señaló.
¿Cómo se decodifican las señales?
Al cuestionar al especialista sobre cómo decodificar las señales del cerebro, Peñaloza explicó que cuando queremos mover nuestros brazos físicos o una mano los electrodos monitorean la actividad del área premotora del cerebro; incluso si no hay movimiento, también lo registra.
“Si la persona no mueve los brazos solamente se imagina que quiere moverlo, pero también hay actividad, con eso nosotros podemos hacer que el sistema detecte cuando la persona está imaginando el movimiento de sus brazos o sus piernas”, enfatizó.
Con el sistema se puede monitorear varias actividades en respuesta a estímulos como los visuales, expresó.
Si ponemos una pantalla con un videojuego y éste tiene una flecha parpadeante, ese estímulo visual que la persona ve, nosotros lo podemos captar en el área de la corteza visual que es la zona occipital del cerebro, ahí podemos decodificar la actividad que la persona está observando, ejemplificó.
En el caso de la música se puede monitorear y decodificar en qué frecuencia hay más actividad, detalló.
En ese rubro, relató, se trabajó con cinco boxeadores atletas japoneses de los Juegos Olímpicos pasados.
El objetivo era saber el impacto de la música en su preparación mental antes de hacer ejercicio, lo cual se indagó al utilizar canciones del grupo de rap japonés AK47, y de los resultados se habló en un programa televisivo de Japón, recordó.
Trayectoria
Christian Peñaloza es especialista en neurociencia cognitiva, a través de esto ha creado neurotecnología y la aplicación de ésta en rehabilitación corporal, neuromarketing, videojuegos y el aumento de las capacidades, por mencionar algunos campos.
En el 2016, junto con sus socios, hermanos y un amigo fundaron la empresa mexicana Mirai Innovation, y en el 2019, en Japón, surgió el Centro de Investigación en Tecnologías Emergentes Mirai Innovation.
En el Centro de Investigaciones Mirai Innovation se desarrollan proyectos en neurotecnología y en otras áreas como la Inteligencia Artificial, robótica, realidad virtual y aumentada para contenido visual interactivo, bioimpresión y tecnología aeroespacial.
Actualmente, tiene un convenio con la Agencia Espacial Mexicana en un programa de entrenamiento en desarrollo de picosatélites, expuso.