Hoy la sociedad vive alejada de la ciencia, porque la mayoría pensamos que no resuelve cuestiones inmediatas, sin embargo, no entienden que el mañana ocupará ese trabajo científico para resolver los problemas del mundo, como la misma pandemia que hoy aqueja al planeta, aseguró el estudiante mexicano Cristóbal Miguel García Jaimes.
El joven, quien gracias a su invención del acelerador de partículas más barato del mundo, actualmente estudia en la Universidad de St. Gallen, en Suiza.
En entrevista virtual para El Sol de Toluca, el estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y originario del estado de Guerrero, explicó que sin lugar a dudas la sociedad mexicana vive muy alejada de la ciencia y se entiende porque no resuelve cuestiones inmediatas.
“En México somos muy simplistas por el hecho de decir si esto no resuelve ahorita no sirve, cuando gracias a las ciencias básicas se han resuelto problemas de una manera tan extraordinaria, por ejemplo hoy entendemos que el estudio del comportamiento de los fluidos nos ha servido para crear aviones más veloces”, declaró.
Externó que si bien en un inicio los estudios científicos no son de mucha utilidad, en un futuro se vuelven prácticamente tan importantes no sólo para una nación sino para la raza humana, tal es el caso de las investigaciones del ADN que permitieron que estuviéramos preparados para la pandemia de Covid-19.
“Nunca en la historia de la humanidad habíamos tenido una vacuna eficaz en tan poco tiempo, la pandemia paró toda la economía y eso forzó a que la economía global volteara a ver las vacunas y por lo mismo ese interés económico, social y político, se volcó en las vacunas y en específico a la ciencia”, subrayó el joven estudiante, conocido también como "El Chico Partículas".
Tarde o temprano, puntualizó, la ciencia cobra mucha importancia y aunque no pareciera, está muy relacionada con la vida cotidiana del hombre, por ejemplo, la creación del horno de microondas que hoy día usan miles de personas.
“Se cuenta que un científico glotón llevaba un chocolate y al llegar a su lugar de trabajo pidió que encendiera el acelerador de partículas y se dio cuenta que su chocolate se derritió; hoy día se sabe que el microondas usa el magnetrón para lograr su fin”, añadió.
En ese sentido, detalló que un acelerador de partículas tiene una gran utilidad y aunque en estos momentos no hay un uso real del invento que lo catapultó hacia la prestigiosa universidad, y le abrió la puerta de la comunidad científica en la materia, indicó que quizá mañana se pudiera usar para mejorar las tomografías o rayos X, que no sean tan perjudiciales o menos invasivas e incluso más nítidas.
Su invento
Cristóbal es un estudiante de 26 años que actualmente se encuentra en Suiza estudiando en una de las mejores 20 universidades del mundo, su gusto por la física lo llevó a crear en sus estudios de preparatoria el mini acelerador de partículas más barato del mundo y ello le abrió las puertas a la comunidad científica a nivel mundial.
“Una cosa llevó a la otra, pero todo inició por mi gusto por la física y en una instancia de verano donde conocí un acelerador de partículas, me surgió la idea de crear uno pequeño usando material de reciclaje como tubos de pvc, aluminio, entre otras cosas. Mi inventó lo metí a los concursos y de ahí me llevó a ganar el Premio Nacional de la Juventud, dar una conferencia en Suiza y ahora acá estoy estudiando”, platicó.
Un acelerador de partículas, detalló, es a groso modo como una resortera, pues cuando jalas los resortes, aplicas energía mecánica derivado de la mano y pasa a una energía potencial, de tal suerte, agregó, que cuando colocas una piedra y sueltas la mano, la energía potencial o sea la restauración del resorte va a generar que la piedra salga disparada, entonces en un acelerador de partículas pasa lo mismo, pero en vez de piedras se ocupan átomos o partículas y en vez de elásticos o resorte campos eléctricos y magnéticos.
Un acelerador de partículas, expresó, acelera partículas literalmente, pues son máquinas increíbles como resorteras que pueden manipular, así como mover con campos eléctricos y magnéticos partículas con características propias de materia.
“Ahora que estoy acá me fascina recordar cómo es que con mil pesos logré crear un acelerador de partículas y gracias a ello, me ha abierto muchas puertas para codearme con la comunidad científica mundial en esta materia, pues comencé a dar conferencias y luego conseguir estudiar en esta universidad de Suiza”, recalcó.
Esas puertas, comentó, le han permitido fundar la primera asociación sin fines de lucro denominada “Ciencias sin Fronteras”, elaborar varios artículos de divulgación, construir el personaje de “El Chico Partículas”, y en la actualidad trabajar en la fundación que se llama “La Combi de la Ciencia”, cuyo proyecto consiste en regresarle a la sociedad algo de lo mucho que te da, tan sólo con la posibilidad de brindar educación pública.
“Hoy estoy acá en Suiza y es fascinante porque el 60% de los estudiantes son de otros países y es para mí como un sueño hecho realidad, ello gracias a que el profesor Luis Flores Castillo me invitó a dar la plática sobre el acelerador de partículas más barato del mundo y ahora estoy donde se encuentra el acelerador de partículas más grande y caro del mundo”, aseveró.
Actualmente, el brillante estudiante mexicano, nombrado como uno de los 200 líderes del mañana, y creador del mini acelerador de partículas más barato del mundo bajo la tutela de Efraín Chávez del Instituto de Física, trabaja en este país europeo en el nuevo acelerador más grande del mundo que medirá 100 kilómetros.