Desde hace años los investigadores de México y el mundo han centrado sus esfuerzos en desarrollar energías limpias que permitan frenar el impacto ambiental.
En nuestro país esto ya es posible ya observar por medio de algunos prototipos que resultan prometedores, creados por escuelas nacionales y locales. Uno de ellos es el auto solar que construyen estudiantes y exalumnos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
Tomando como inspiración al Quetzal, los estudiantes de la máxima casa de estudios se encuentran desarrollando el auto, piloteado, a partir de la forma de dicha ave, considerada el Dios del Viento.
“Es un elemento importante en el diseño y la aerodinámica para V3”, señaló José Antonio Velázquez Gutiérrez, egresado de la licenciatura de Diseño Industrial de la UAEM.
En ese sentido, los colores del prototipo son verde, azul y rojo, los cuales distinguen el plumaje del Quetzal.
Antecedentes
Si bien este auto solar es un proyecto pionero en la Autónoma mexiquense, en el país se han desarrollado otros prototipos con anterioridad. En 1992 se construyó el primer auto solar mexicano, si bien no se hizo un modelo comercial, el vehículo llegó a competir en diversas carreras.
De acuerdo con el Portal Automotriz, "Tonatiuh" fue el primer auto solar mexicano. Propulsado por un motor eléctrico, se cargaba con energía solar.
En 1990 se inició su proyección y su construcción comenzó en 1992; participó en carreras de Estados Unidos en junio de 1995 como fue el Sunrace y el World Solar Challenger en Australia, en 1996. En el primero ganó el lugar de honor en la categoría de diseño y uso de materiales compuestos.
Pero éste no ha sido el único vehículo desarrollado con tecnología amigable con el ambiente. El año pasado la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó el modelo "Mictlán".
Con carrocería de fibra de vidrio, chasís de aluminio y pilas de litio para garantizar gran eficiencia energética, Mictlán es el primer vehículo eléctrico ideado y desarrollado totalmente en la UNAM, en la categoría vehículo urbano, de acuerdo con un boletín emitido por la máxima casa de estudios del país.
Según la UNAM, el prototipo, que en 2019 concursó en la competencia internacional Shell Eco-marathon Americas, en Estados Unidos, fue presentado por el grupo interdisciplinario DZEC, en la Facultad de Ingeniería (FI).
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La escuadra, asesorada por el profesor de Ingeniería, Mariano García del Gállego, está conformada por siete alumnos de las ingenierías Eléctrica y Mecatrónica, así como de Física y Química, que han hecho del vehículo una tarea colectiva, para construirlo completamente sin importar o comprar alguna pieza.
Mictlán, de 240 centímetros de largo, 125 de ancho y 115 de alto, alcanza una velocidad de 90 kilómetros por hora, aunque en las competencias participa a 40 kilómetros por restricción del certamen. Fue fabricado completamente por DZEC, equipo enfocado al desarrollo de tecnología eficiente aplicada a la movilidad vehicular.
Proyecto mexiquense
Así, casi de manera similar a sus antecesores, el prototipo del auto solar que desarrolla la UAEM utiliza un nombre mítico y sienta un precedente en el uso de tecnologías amigables en autos. Con un avance de construcción del 85%, el Quetzal V3 mide 4.4 metros de largo, 1.85 m de ancho y 1.30 m de alto.
Dicho vehículo se abrirá paso en el circuito de la Bridgestone World Solar Challenge (BWSC) en su edición 2021 a desarrollarse en Australia en octubre próximo.
Dicha justa internacional es una de las más importantes y la máxima casa de estudios estatal participará vía remota debido a la pandemia de Covid-19. Casi tres décadas antes, la UNAM participó en la misma justa con su "Tonatiuh".
En la manufactura colabora el equipo “Haydi Solar Racing Team”, de corte multidisciplinario integrado por cerca de 50 alumnos , además de egresados de la institución.
En la parte del toldo y cofre se le han instalado 5 metros cuadrados de celdas solares a fin de que pueda captar la mayor energía, explicó Velázquez Gutiérrez. En tanto que la carrocería se elaborará de fibra de vidrio, aunque el material más eficiente sería la fibra de carbón, pero es más cara, comentó el universitario. Al finalizar la construcción de ésta se contará con un total de 320 celdas solares encapsuladas, precisó.
Por su parte, María Fernanda Núñez, egresada de la carrera de Ingeniería en Sistemas Energéticos de la UAEM, puntualizó que el número de celdas está relacionado con la cantidad de energía capturada.
Es proporcional a la energía que se va almacenar y de la que se va a disponer posteriormente en el uso del automóvil.
Se contempla que el prototipo alcance a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora y sea eficiente su movilidad.