Toluca, México.- Para un sector de la comunidad científica es difícil que la mariposa monarca se extinga, pues también se encuentra en otras regiones de América e incluso África y Australia. Sin embargo lo que se encuentra en peligro es el fenómeno de su migración y la formación de colonias.
Carlos Cordero Macedo, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, destaca que las mariposas que migran antes del invierno, desde el sureste de Canadá y el noreste de Estados Unidos hasta el centro de México, está involucrada más de 90% de la población total, lo cual es importante porque durante su trayecto de más de cinco mil kilómetros, realizan una función polinizadora fundamental.
Por si no lo viste: Se establece una nueva colonia de Mariposas Monarcas en el Nevado de Toluca
Desde el punto de vista científico, el fenómeno de la migración masiva es sumamente especial, y sería una gran tristeza, además de una tragedia ecológica, que se perdiera a causa de las actividades humanas, ya sea directamente por la tala de los bosques donde llegan las mariposas o por la desaparición de las plantas de las que se alimentan, indicó.
Cabe mencionar que en el caso de México, a pesar de que durante su recorrido atraviesan buena parte del territorio, la gran mayoría llega a los estados de México y Michoacán, donde tiene sus santuarios, precisó .Aunque hay bosques similares en otras entidades, se cree que arriban a estos sitios específicos porque ahí, tanto las Monarcas como sus larvas, encuentran una de sus principales fuentes de alimentación, que es la planta conocida como algodoncillo, cuyo nombre científico es Asclepias spp, señaló.
También puedes leer: Alistan mapa para vigilar y recibir a la mariposa Monarca en el Edomex
No todas las Monarca migran. Las que lo hacen pasan el invierno en México, se aparean y parten de regreso. Éstas ponen huevos sobre las plantas que sirven de alimento a sus larvas y mueren poco después en el camino de regreso al norte. En realidad, los que regresan a Estados Unidos y Canadá, varias generaciones después, son sus descendientes, quienes durante el otoño iniciarán nuevamente la migración hacia el sur. De hecho se trata de insectos muy longevos ya que viven entre seis y siete meses, incluso algunos llegan hasta los nueve meses, resaltó.