Mediante el análisis genómico de dos mil 600 casos de pacientes, con 38 tipos de tumores, investigadores del proyecto Pan-Cancer han obtenido información relevante sobre cómo y por qué surge el cáncer a nivel molecular y abre la posibilidad de encontrar nuevos tratamientos y métodos de detección de la enfermedad incluso antes de ser diagnosticada.
Para entender este proceso, los científicos han estudiado el genoma completo del paciente, el de su cáncer y el genoma humano de referencia, con el fin de entender las mutaciones que hacen diferente a la célula de cáncer de la sana, por lo que en total se han leído más de un billón de letras de ADN.
El estudio que involucró a mil 300 científicos de 37 países, ha concluido que el genoma del cáncer es finito y se puede conocer, por lo que por primera vez es posible saber todos los cambios genéticos producidos en un tumor y conocer su cronología, lo que permite identificar qué células causan el tumor.
En el 95% de los pacientes estudiados se encontró al menos una mutación causal de las cinco que necesita el cáncer para desarrollarse, por lo que cada una de ellas abre la posibilidad en el desarrollo de nuevos fármacos contra la enfermedad.
Son miles las combinaciones de mutaciones que producen la enfermedad, desatadas por más de 80 procesos que producen esas mutaciones, como el estilo de vida, cuestiones hereditarias o la edad. Pero la complejidad del proyecto radica en que ha detectado los patrones recurrentes en dicha variabilidad, incluso se han detectado casos en los que las mutaciones aparecen años o décadas antes del diagnóstico.
Los resultados de este estudio no mejorarán el tratamiento de la enfermedad en un corto plazo, sino que aportan información valiosa a la medicina de precisión, en la que se ataque al cáncer con un tratamiento en base al perfil genético del paciente.