Greenfluidics es una empresa mexiquense que pretende conquistar la Tierra y también otros planetas, como Marte, a través de sus paneles solares.
Utilizando microalgas contenidas en nanofluidos, el panel absorbe CO2 del medio ambiente a la par que se alimenta de luz solar para producir energía, explicó Adán Ramírez, uno de los integrantes del proyecto.
"Funciona como un biofiltro generando oxígeno y también crea energía en un intercambio entre las algas, el carbono y el ambiente, lo que ayudaría a la colonización de la Luna y Marte”, señaló.
Detalló que para entender el concepto de Greenfluidics se debe imaginar cientos de organismos vivos en una caja, donde generan electricidad y al mismo tiempo limpian el aire. Además, el panel está fabricado con 90% de material biodegradable.
De esta manera, el proyecto desarrollado por estos mexiquenses podría dotar de oxígeno a otros cuerpos celestes, como la Luna u otros planetas.
El joven biotecnólogo, egresado de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), señaló que su sistema ha ganado varios premios internacionales y el reconocimiento del Grupo de los Veinte (G20).
“Las microalgas funcionan como una planta generando fotosíntesis, captan el dióxido de carbono del ambiente y crean oxígeno, para que en el interior del panel las partículas de carbono trabajen con energía solar y la generen.
La idea no solamente es buena, ha sido galardonada por diversas instituciones como viable; ésta ya es una empresa que busca generar valor en el mundo”, puntualizó.
Cabe mencionar que la idea de este proyecto colocó a Adán como uno de los innovadores de la lista realizada por el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, por sus siglas en inglés).
También explicó que Greenfluidics podría manufacturar los paneles solares en la zona industrial de Toluca en el 2023, cuando salga a la venta.
El inicio
Adán aseguró que la idea de diseñar estos módulos solares surgió en el 2018, cuando se juntaron cuatro compañeros de la UAEM y docentes para desarrollar esta nanotecnología.
“Junto con los otros cofundadores hemos tenido que aprender mucho de negocios porque en las carreras científicas no están incluidos. La propia realidad del día a día nos ha obligado a aprender todo esto, y ha sido muy interesante”, enfatizó.
Características del panel
Adán señaló que, a diferencia de un panel solar convencional, el suyo realiza más funciones: genera energía, oxígeno, captura dióxido de carbono y produce biomasa. La idea es aprovecharlo al máximo para hacerlo sostenible.
“Se puede colocar como si fuera una ventana, tragaluz, muro o hasta se pueden crear diversas aplicaciones para generar arte con él”, dijo.
En ese sentido, detalló que además están orientados a fomentar la agricultura vertical y se pueden aprovechar en edificios que buscan certificaciones ecológicas.
"Estamos tratando de generar un mix con cianobacterias o bien únicamente con clorófitos. Esto va a depender de las especificaciones que quieran los clientes y qué les interesa.
Por ejemplo, que oxigene mucho, pero no tenga tanto impacto en la parte eléctrica. Podemos adaptar el tipo de microalga para lograrlo”, aseguró.
Explicó que la biomasa puede ser reutilizable como fertilizante y sirve tanto a la industria agrícola como a un edificio de viviendas con huerto. Incluso combinarla con sistemas de hidroponía. La idea es utilizar este biofertilizante derivado de microalgas.
Y aunque todavía no se comercializa el módulo solar, Adán consideró que cada uno costaría tres veces más de los tradicionales, que tienen precios entre 3 y 6 mil pesos, pero a cambio se obtendrían beneficios ecológicos.
¿A quién va dirigido?
Por otro lado, el integrante de Greenfluidics externó que su principal mercado, en este momento, es la industria de la construcción, edificios sostenibles o inteligentes. Detalló que en los próximos años la mayoría de la gente va a comprar vivienda vertical debido al aumento de la población.
Además, como el biopanel genera oxígeno ha tenido interés en la industria aeroespacial que se ha estado desarrollando en Rusia o China.
Por ello, actualmente negocian con empresas de China para la manufactura del producto, así como con una firma de Hong Kong y el gobierno de Canadá para su adquisición e instalación.