¿Te imaginas poder realizar expediciones que se asemejen a la superficie lunar o marciana, a un costo accesible y sin salir de México?, esto podría ser posible a mediano plazo gracias a la Compañía Espacial Mexicana Mayan Space, que se encarga de diseñar, fabricar y lanzar naves espaciales, satélites y soluciones para la industria aeroespacial.
Esta startup fue fundada en 2021 por tres toluqueños, Carlos Olascoaga, egresado de la Universidad de Moscú en Ingeniería en Astronáutica; David Galván, egresado del Tecnológico de Monterrey en Ingeniería en Mecatrónica y Raúl Tovar, egresado en Ciencias de la Tierra y del Espacio en la Universidad Jagiellonica de Cracovia, Polonia.
Si bien durante sus primeros dos años esta compañía espacial mexicana se dedicó meramente a la investigación, actualmente el objetivo es recrear espacio para hacer misiones análogas lunares.
Entre los proyectos más destacados de Mayan Space se encuentra la creación del cohete atmosférico 'popol vuh', que fue construido por alumnos de diversas universidades, con la finalidad de aprender sobre los procesos de construcción y funcionamiento de esos artefactos.
Además de otros relacionados con realidad virtual y hábitat virtual análogo de la luna.
'Nos dio mucho gusto que Mayan Space en Milán fue líder del Cluster Latinoamericano de Startups, en donde vimos que Latinoamérica tiene un gran interés por la investigación espacial, y la colaboración con otros países', declaró Raúl Tovar.
México tiene potencial
Pese a que países como Polonia e India ya están despuntando en investigaciones y creación de proyectos espaciales, México tiene un alto potencial, pues además de haber talento, la geografía mexicana permite recrear el hábitat lunar.
Muestra de ello es el Desierto del Pinacate, en Sonora, que además de contar con un paisaje marciano ofrece la oportunidad de explorar cráteres y un vistazo de la Vía Láctea gracias a sus condiciones atmosféricas, señaló Raúl Tovar en entrevista exclusiva para El Sol de Toluca.
'Una misión análoga busca recrear y simular las condiciones de la luna o marte, pero en la tierra, es un hábitat especial donde no hay nada de luz solar, son cinco o seis personas las que se aíslan por dos semanas, un mes o varios meses, ahí se realizan experimentos de cómo afecta el aislamiento psicológicamente, físicamente, pero también se hacen crecer plantas, impresoras 3D, se prueban trajes e inclusive para ver cómo reacciona el cuerpo.'
Esta ciencia sirve para que en un determinado momento, cuando los humanos vayan a la luna o a marte, ya se tenga ese precedente sobre cómo va a reaccionar el cuerpo humano.
El investigador espacial comentó que, actualmente, se pueden hacer misiones análogas en un hábitat denominado LunAres, en Polonia, creado en 2017 y en el que se simulan misiones espaciales tripuladas, focalizadas en el contexto lunar y marciano.
El hábitat espacial mexicano
Pese a que se trata de un proyecto ambicioso, que impulsará la investigación y exploración espacial, Mayan Space todavía no cuenta con recursos para hacer una realidad las exploraciones análogas en México.
Sin embargo, esa organización ya cuenta con convenios de colaboración con hábitats análogos de Polonia, mismos que podrían colaborar en la construcción de lo que podría ser el hábitat análogo mexicano.
'Todavía estamos viendo en qué lugar, en qué área, pero esa es la idea, estaríamos trabajando con esas instituciones extranjeras para que nos guíen, ya estamos en el proceso con LunAres de Polonia y con el Analogue Astronaut Training Center de Cracovia, estos son los pioneros, son de los más conocidos en Europa'.
'En consecuencia, buscamos traer todo ese expertise a México, identificamos ésta área de oportunidad y lo empezaríamos en alguna Universidad, pero la meta es llevarlo al Desierto del Pinacate (Sonora) porque es el área más parecida a marte que tenemos aquí en México', comentó Tovar.
Una vez que las misiones análogas lunares en México sean una realidad por Mayan Space, los colaboradores buscarán que sean a un costo accesible, que tal vez no rebasen los 15 o 20 mil pesos; actualmente, un programa en LunAres, Polonia, con duración de 18 días, cuesta dos mil 600 euros para un astronauta analógico y dos mil 200 euros para estudiantes, aproximadamente, sin contar otros gastos, como vuelos y otros.
Las redes de colaboración
Para garantizar el inicio del proyecto, hasta ahora, más ambicioso de Mayan Space, sus colaboradores buscan financiamiento de la mano de universidades e incluso el mismo gobierno.
'Nos queremos apoyar de universidades, porque al final ellos son los expertos en investigación, la mayoría de las personas interesadas en estas investigaciones análogas son estudiantes, así que ya tenemos pláticas con el Tec de Monterrey y el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), pero aún no tenemos el capital semilla para empezar de por lo menos un millón de pesos', declaró Raúl Tovar.
Mayan Space ya tuvo un primer acercamiento con el director de la Agencia Espacial Mexicana, Salvador Landeros Ayala, quien se dijo estar interesado en el desarrollo del proyecto, aseguró el entrevistado, quien agregó que la Agencia Espacial Polaca también mostró interés en contar con un convenio de colaboración.
Recordó que en la década de 1960 las misiones Apolo tuvieron colaboración del Gobierno sonorense, pues los astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) que integraron ese programa de exploración tuvo parte de su entrenamiento en el Desierto del Pinacate, por lo que se buscará aprovechar los recursos que haya en el lugar.