Pese a que desde hace más de cinco décadas fue decretada la veda en el acuífero del valle de Toluca, es decir, la restricción de explotación de las aguas del subsuelo para uso comercial, industrial o doméstico, los resultados no han sido favorables, por lo que hace falta reforzar la cultura del desarrollo sustentable de tal forma que las nuevas generaciones procuren el cuidado de este recurso natural.
De acuerdo con Ricardo Sandoval Martínez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, la veda sobre la explotación del acuífero del valle de Toluca tuvo que ver con un desbalance hídrico en el consumo del recurso.
"Esta veda se decretó porque no se podría extraer más de lo que pueden recargarse nuestros mantos, pues obviamente no se ha llevado a cabo, en las últimas estadísticas del Inegi se ve cómo incrementa ese déficit de extracciones y disponibilidad que se tiene, pero hay varios factores en el balance hídrico tanto interno como externo que puede afectar este balance y entre ellos se encuentra el crecimiento poblacional y el desarrollo de las ciudades", destacó Sandoval.
A esto se suma que el cambio climático ha causado que haya una menor captación de agua y consecuentemente de recarga en los mantos freáticos, lo que obliga a hacer uso de los acuíferos de Ixtlahuaca y Atlacomulco, razón por la que urge la creación de un nuevo marco institucional del agua, en el que se haga frente a factores diversos.
Agregó que el crecimiento de las ciudades debe estar enfocado en la disponibilidad de recursos naturales, sin embargo, el surgimiento de nuevas empresas del sector privado obliga a una sobreexplotación, motivo por el cual urge que sean implementados nuevos mecanismos para concientizar acerca de la importancia de respetar esta medida.
El especialista explicó que la veda implica que no se dan nuevas concesiones para el uso del agua del subsuelo, por lo que las empresas refresqueras, embotelladoras de agua y de otros giros que violen su límite de extracción podrían hacerse acreedoras a una multa por la autoridad.
"Las concesiones otorgadas a cada uno de los titulares de las empresas tienen cierta capacidad de extracción, es decir, cierta empresa tiene la capacidad de extraer tantos metros cúbicos de agua por segundo, y la veda aplica en el sentido de que no se debe extraer más de lo previamente autorizado, esto debido a la capacidad de recarga de los mantos freáticos, cada uno de los concesionarios tiene un límite de extracción que no debe rebasarse", explicó.
Recientemente el vocal ejecutivo de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), Alfredo Pérez Guzmán, informó a El Sol de Toluca que la recarga de los mantos acuíferos y el subsuelo sólo es posible por dos vías: el aprovechamiento de agua de lluvia y el dejar de extraer el líquido de los cuerpos de agua.
Por tal motivo, se debe pensar en la recuperación de bosques en la entidad, pues sólo de esta forma se logrará incrementar la captación de líquido para su recuperación de forma natural.
Según los registros de la CAEM, únicamente el 15% de agua de lluvia es recuperada y reintegrada a los mantos acuíferos de forma natural, mientras que el resto se pierde durante encharcamientos y evaporación.