/ martes 6 de abril de 2021

¿Sabes de qué se trata la medicina nuclear?

Contar con un Centro de Atención Médica sería un paso fundamental para aplicar a más personas terapias de primer mundo: Guillermina Ferro

La medicina nuclear es una especialidad enfocada en el diagnóstico de pacientes y el tratamiento de múltiples enfermedades mediante el uso de radionúclidos, elementos que emiten radiación y que son también utilizados en investigación e industria.

Una de las aplicaciones primordiales de los radionúclidos es la producción de radiofármacos, que son aquellas sustancias que contienen un átomo radiactivo en su estructura y que por su forma farmacéutica, cantidad y calidad de radiación emitida son usadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en los seres vivos.

El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) tiene actualmente 23 radiofármacos, está encargado de la producción y desarrollo de nuevos radiofármacos en todo el país y atiende cerca del 60% del mercado nacional, además tiene seis patentes nacionales otorgadas, tres con protección internacional, dos licenciadas y otra en proceso de convenio con una empresa europea para su distribución a nivel internacional.

Guillermina Ferro Flores, doctora en ciencias con especialidad en física médica y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló la importancia de impulsar esta alternativa en la medicina, lo que permitiría ser referente a nivel nacional e internacional.

“Se tienen las técnicas diagnósticas más avanzadas y precisas en oncología, neurología y cardiología (mediante PET/TC y SPECT/TC), lo que hacemos en medicina es obtener los diagnósticos y terapias utilizando herramientas desarrolladas por la biología molecular con métodos aplicados in vivo, y es por eso que estamos en una constante búsqueda del diseño de nuevos radiosensores”, detalló la investigadora del ININ en entrevista vía telefónica.

La Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y la Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único (SPECT), son técnicas híbridas que cada vez ganan más importancia como componentes de apoyo a la verdadera medicina personalizada a la que se aspira en la actualidad.

La especialista integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, abundó que como área de investigación no únicamente generan el conocimiento sino que también lo venden para la distribución internacional de estas patentes bajo el término teranóstico, que es un acrónimo de terapia y diagnóstico, porque se pueden obtener imagen y terapias.

Contra el cáncer de próstata y mama

Aunque se tienen diversos proyectos de diagnóstico y terapia mediante nanopartículas, moléculas específicas, activadoras de fibroblástos para diferentes tipos de cáncer, destacan los trabajos sobre cáncer de próstata y mama donde se han conseguido importantes avances.

“Lo que hacemos es un sensor que detecta de manera específica procesos moleculares, ese sensor lo podemos marcar con radionúclidos diagnóstico y terapéuticos para hacer imagen y terapia”.

“Antes decían que era muy difícil hacer imagen del cáncer de próstata porque está cerca la vejiga y obstruye el contraste de la captación del radiosensor en las células cencerosas, sin embargo es tan sensible el radiofármaco (patentado) que hacemos posible detectarlo en imagen primaria, mientras que con el radiofármaco terapéutico se pude lograr en el paciente una significativa eliminación o disminución de lesiones malignas.

Ferro Flores precisó que al sensor para detectar y tratar el cáncer de próstata se le incorpora un radionúclido el cual emite radiación gamma y beta, es una molécula que reconoce un sector específico de las células de cáncer en los pacientes, en cuanto entra al sistema sanguíneo llega a donde está el tumor y ataca las células tumorales de manera dirigida y específica.

Con el ataque las células cancerosas empiezan a recibir alta energía destructiva emitida por el radionúclido de manera específica, la cual es simplemente un fenómeno físico, de tal manera que el tumor empieza a disminuir de tamaño.

Las masas tumorales disminuyen después de tres terapias y se puede hacer un seguimiento, adicionalmente con la posibilidad de lograr lapsos de vida que superan los dos años e incluso llegar a remisión.

Mientras que para el cáncer de mama también se han obtenido importantes avances.

“En el cáncer de mama cuando un tumor es mayor de tres centímetros ya no es conveniente la cirugía, lo que se hizo con una paciente que ya tenía metástasis fue aplicar el radiofármaco específico (Lu-iPSMA) para lograr disminuir el tamaño del tumor primario, el cual inicialmente medía 3.8 centímetros y disminuyó a 1.7”, detalló la especialista.

Gracias al resultado fue posible hacer la cirugía (mastectomía) y poderle quitar el tumor, además con el tratamiento combinado de la quimioterapia ahora la paciente está bien, en remisión.

En el ININ también se utilizan los radiofármacos para el diagnóstico específico y tratamiento de glioblastomas (el tumor más común en el cerebro y más maligno entre las neoplasias de la glía), y que forman parte de las técnicas más avanzadas en el centro de investigación.

“Con los radiofármacos vamos hacía los sectores específicos de las células malignas, no es como la radioterapia externa, también estamos desarrollando unas partículas de óxido de Lutecio y de samario para cáncer de hepático, etc, etc, entonces digamos que hay mucho que hacer”, señaló.

También cuentan con un radiofármaco samario EDMTP que quita el dolor óseo a pacientes con cáncer, con una sola inyección les disminuye o elimina el dolor por hasta un lapso de tres meses.

Un Centro de Atención Médica

Lo ideal para que México esté aún más a la vanguardia en la medicina nuclear es construir un Centro de Atención Médica en las mismas instalaciones del ININ, esto permitiría un acercamiento más directo con los pacientes, sin embargo es un proyecto que está detenido.

“A veces me dicen que porqué no promovemos lo que se hace aquí en el ININ, sí, pero lo único que pasa es que recibo muchas llamadas de gente que quiere que se le aplique, pero ¿dónde?, es por eso que yo quería ese centro de medicina o atención aquí, que tuviera aplicación, aquí tenemos la extensión de terreno adecuada, la investigación, el conocimiento, la tecnología y los procesos de producción bajo buenas prácticas de fabricación avalados por la COFEPRIS”, manifestó.

Precisó que construir el centro costaría un promedio de 600 millones de pesos, que no se acerca a lo que se gastó en la Estela de Luz en la Ciudad de México que superó los mil millones, y lo peor es que no tiene ninguna utilidad a la sociedad.

“Incluso se podría hacer un convenio con los oncológicos estatales para que pudieran mandar a sus pacientes, muchos tratamientos son ambulatorios, para mí representa un sueño, con el nuevo gobierno se hablaba de algo favorable, pero ya vimos que no es así, es una realidad que ya no es de interés en este momento”, lamentó Guillermina Ferro.

Por lo tanto cuestionó: ¿de qué sirve que dar a conocer los logros si todo está muy limitado y es elitista?, el tratamiento para cáncer de próstata se tiene en Médica Sur, Hospital Ángeles, ABC, no obstante también trabajan en coordinación en el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) y Conacyt, porque el ININ es un laboratorio nacional, lo que significa que realiza investigación sin muros, es decir, investigación traslacional para el beneficio directo de los pacientes.

También los tratamientos se aplican en menor medida en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así que tener ese centro sería un paso fundamental.

“Porque la capacidad la tenemos, las ideas y propuestas están ahí, de hecho tengo el estudio para poner ese centro porque siempre fue mi sueño y pensé que sería una realidad, lo único que resta es seguir teniendo paciencia, ojalá algún día se pueda concretar”, indicó.

El Centro de Atención es una opción para llegar a más personas, que fuera en un principio un centro inicial y después se hicieran algunos iguales en otros estados.

“Y aplicar terapias de primer mundo a los más pobres como dicen ahora, sería para todos como se dice en este gobierno, pero lamentablemente la ciencia no es prioridad”, dijo la investigadora que tiene más de 30 años de experiencia.

El ININ distribuye radiofármacos al 60% de los centros de medicina nuclear, genera sus propios ingresos y patentes pero el crecimiento es limitado, cuando esto podría producir mucho para el futuro, sobre todo para los nuevos estudiantes que tienen esa preparación, con el centro se generaría empleo para esos jóvenes investigadores con alto nivel académico que el ININ forma en sus instalaciones.

México en el contexto internacional

La falta de apoyo a la medicina nuclear en México se refleja en el contexto internacional, la distancia es considerable y todo parece indicar que en el futuro no mejorará la situación.

“En Estados Unidos hay 2 mil 500 scaners PET (Tomografía por Emisión de Positrones), 15 mil SPECT o (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único) y se hacen alrededor de 16.5 millones de exámenes por año, México cuenta con 35 equipos PET y SPECT 150 donde se realizan 350 mil estudios anuales.

Japón tiene más de 3 mil 500 centros de medicina nuclear, Estados Unidos cerca de 7 mil, Brasil entre 650 y 700, Argentina 500 y en México alrededor de 100.

“Estos números nos hablan que realmente es una técnica muy útil, pero que en México no se avanza, también por cuestiones de sobrerregulación debido a que es material radiactivo, sin embargo más que regular son trabas para que se puedan extender más estos centros”, finalizó Guillermina Ferro.

La medicina nuclear es una especialidad enfocada en el diagnóstico de pacientes y el tratamiento de múltiples enfermedades mediante el uso de radionúclidos, elementos que emiten radiación y que son también utilizados en investigación e industria.

Una de las aplicaciones primordiales de los radionúclidos es la producción de radiofármacos, que son aquellas sustancias que contienen un átomo radiactivo en su estructura y que por su forma farmacéutica, cantidad y calidad de radiación emitida son usadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en los seres vivos.

El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) tiene actualmente 23 radiofármacos, está encargado de la producción y desarrollo de nuevos radiofármacos en todo el país y atiende cerca del 60% del mercado nacional, además tiene seis patentes nacionales otorgadas, tres con protección internacional, dos licenciadas y otra en proceso de convenio con una empresa europea para su distribución a nivel internacional.

Guillermina Ferro Flores, doctora en ciencias con especialidad en física médica y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló la importancia de impulsar esta alternativa en la medicina, lo que permitiría ser referente a nivel nacional e internacional.

“Se tienen las técnicas diagnósticas más avanzadas y precisas en oncología, neurología y cardiología (mediante PET/TC y SPECT/TC), lo que hacemos en medicina es obtener los diagnósticos y terapias utilizando herramientas desarrolladas por la biología molecular con métodos aplicados in vivo, y es por eso que estamos en una constante búsqueda del diseño de nuevos radiosensores”, detalló la investigadora del ININ en entrevista vía telefónica.

La Tomografía por Emisión de Positrones (PET) y la Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único (SPECT), son técnicas híbridas que cada vez ganan más importancia como componentes de apoyo a la verdadera medicina personalizada a la que se aspira en la actualidad.

La especialista integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, abundó que como área de investigación no únicamente generan el conocimiento sino que también lo venden para la distribución internacional de estas patentes bajo el término teranóstico, que es un acrónimo de terapia y diagnóstico, porque se pueden obtener imagen y terapias.

Contra el cáncer de próstata y mama

Aunque se tienen diversos proyectos de diagnóstico y terapia mediante nanopartículas, moléculas específicas, activadoras de fibroblástos para diferentes tipos de cáncer, destacan los trabajos sobre cáncer de próstata y mama donde se han conseguido importantes avances.

“Lo que hacemos es un sensor que detecta de manera específica procesos moleculares, ese sensor lo podemos marcar con radionúclidos diagnóstico y terapéuticos para hacer imagen y terapia”.

“Antes decían que era muy difícil hacer imagen del cáncer de próstata porque está cerca la vejiga y obstruye el contraste de la captación del radiosensor en las células cencerosas, sin embargo es tan sensible el radiofármaco (patentado) que hacemos posible detectarlo en imagen primaria, mientras que con el radiofármaco terapéutico se pude lograr en el paciente una significativa eliminación o disminución de lesiones malignas.

Ferro Flores precisó que al sensor para detectar y tratar el cáncer de próstata se le incorpora un radionúclido el cual emite radiación gamma y beta, es una molécula que reconoce un sector específico de las células de cáncer en los pacientes, en cuanto entra al sistema sanguíneo llega a donde está el tumor y ataca las células tumorales de manera dirigida y específica.

Con el ataque las células cancerosas empiezan a recibir alta energía destructiva emitida por el radionúclido de manera específica, la cual es simplemente un fenómeno físico, de tal manera que el tumor empieza a disminuir de tamaño.

Las masas tumorales disminuyen después de tres terapias y se puede hacer un seguimiento, adicionalmente con la posibilidad de lograr lapsos de vida que superan los dos años e incluso llegar a remisión.

Mientras que para el cáncer de mama también se han obtenido importantes avances.

“En el cáncer de mama cuando un tumor es mayor de tres centímetros ya no es conveniente la cirugía, lo que se hizo con una paciente que ya tenía metástasis fue aplicar el radiofármaco específico (Lu-iPSMA) para lograr disminuir el tamaño del tumor primario, el cual inicialmente medía 3.8 centímetros y disminuyó a 1.7”, detalló la especialista.

Gracias al resultado fue posible hacer la cirugía (mastectomía) y poderle quitar el tumor, además con el tratamiento combinado de la quimioterapia ahora la paciente está bien, en remisión.

En el ININ también se utilizan los radiofármacos para el diagnóstico específico y tratamiento de glioblastomas (el tumor más común en el cerebro y más maligno entre las neoplasias de la glía), y que forman parte de las técnicas más avanzadas en el centro de investigación.

“Con los radiofármacos vamos hacía los sectores específicos de las células malignas, no es como la radioterapia externa, también estamos desarrollando unas partículas de óxido de Lutecio y de samario para cáncer de hepático, etc, etc, entonces digamos que hay mucho que hacer”, señaló.

También cuentan con un radiofármaco samario EDMTP que quita el dolor óseo a pacientes con cáncer, con una sola inyección les disminuye o elimina el dolor por hasta un lapso de tres meses.

Un Centro de Atención Médica

Lo ideal para que México esté aún más a la vanguardia en la medicina nuclear es construir un Centro de Atención Médica en las mismas instalaciones del ININ, esto permitiría un acercamiento más directo con los pacientes, sin embargo es un proyecto que está detenido.

“A veces me dicen que porqué no promovemos lo que se hace aquí en el ININ, sí, pero lo único que pasa es que recibo muchas llamadas de gente que quiere que se le aplique, pero ¿dónde?, es por eso que yo quería ese centro de medicina o atención aquí, que tuviera aplicación, aquí tenemos la extensión de terreno adecuada, la investigación, el conocimiento, la tecnología y los procesos de producción bajo buenas prácticas de fabricación avalados por la COFEPRIS”, manifestó.

Precisó que construir el centro costaría un promedio de 600 millones de pesos, que no se acerca a lo que se gastó en la Estela de Luz en la Ciudad de México que superó los mil millones, y lo peor es que no tiene ninguna utilidad a la sociedad.

“Incluso se podría hacer un convenio con los oncológicos estatales para que pudieran mandar a sus pacientes, muchos tratamientos son ambulatorios, para mí representa un sueño, con el nuevo gobierno se hablaba de algo favorable, pero ya vimos que no es así, es una realidad que ya no es de interés en este momento”, lamentó Guillermina Ferro.

Por lo tanto cuestionó: ¿de qué sirve que dar a conocer los logros si todo está muy limitado y es elitista?, el tratamiento para cáncer de próstata se tiene en Médica Sur, Hospital Ángeles, ABC, no obstante también trabajan en coordinación en el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) y Conacyt, porque el ININ es un laboratorio nacional, lo que significa que realiza investigación sin muros, es decir, investigación traslacional para el beneficio directo de los pacientes.

También los tratamientos se aplican en menor medida en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así que tener ese centro sería un paso fundamental.

“Porque la capacidad la tenemos, las ideas y propuestas están ahí, de hecho tengo el estudio para poner ese centro porque siempre fue mi sueño y pensé que sería una realidad, lo único que resta es seguir teniendo paciencia, ojalá algún día se pueda concretar”, indicó.

El Centro de Atención es una opción para llegar a más personas, que fuera en un principio un centro inicial y después se hicieran algunos iguales en otros estados.

“Y aplicar terapias de primer mundo a los más pobres como dicen ahora, sería para todos como se dice en este gobierno, pero lamentablemente la ciencia no es prioridad”, dijo la investigadora que tiene más de 30 años de experiencia.

El ININ distribuye radiofármacos al 60% de los centros de medicina nuclear, genera sus propios ingresos y patentes pero el crecimiento es limitado, cuando esto podría producir mucho para el futuro, sobre todo para los nuevos estudiantes que tienen esa preparación, con el centro se generaría empleo para esos jóvenes investigadores con alto nivel académico que el ININ forma en sus instalaciones.

México en el contexto internacional

La falta de apoyo a la medicina nuclear en México se refleja en el contexto internacional, la distancia es considerable y todo parece indicar que en el futuro no mejorará la situación.

“En Estados Unidos hay 2 mil 500 scaners PET (Tomografía por Emisión de Positrones), 15 mil SPECT o (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único) y se hacen alrededor de 16.5 millones de exámenes por año, México cuenta con 35 equipos PET y SPECT 150 donde se realizan 350 mil estudios anuales.

Japón tiene más de 3 mil 500 centros de medicina nuclear, Estados Unidos cerca de 7 mil, Brasil entre 650 y 700, Argentina 500 y en México alrededor de 100.

“Estos números nos hablan que realmente es una técnica muy útil, pero que en México no se avanza, también por cuestiones de sobrerregulación debido a que es material radiactivo, sin embargo más que regular son trabas para que se puedan extender más estos centros”, finalizó Guillermina Ferro.

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