Los avances para combatir el Covid-19 no solo se han centrado en la creación de la vacuna, en un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) con sede en Estados Unidos, se comprobó cómo las ondas de los ultrasonidos son capaces de colapsar y romper la estructura del coronavirus.
El trabajo de investigación fue publicado en el Journal of the Mechanics and Physics of Solids y describe las simulaciones por computadora realizadas para hallar un resultado favorable.
Gracias a que gran parte de los esfuerzos internacionales durante 2020 e inicios de 2021 fueron para el análisis de la familia de virus al que pertenece el SARS-CoV-2, se sabe de la barrera de proteínas lipídicas y receptores en forma de coronas que la forman, con esta información los especialistas del MIT modelaron a computadora una estructura lo más cercana posible a cómo sería el coronavirus.
Los investigadores utilizaron conceptos simples de la mecánica y la física de los sólidos para construir un modelo geométrico y computacional de la estructura del virus, que basaron en información limitada en la literatura científica, como imágenes microscópicas del caparazón y los picos del virus.
La estructura del coronavirus fue expuesta a ultrasonidos de 100 megahertz, en respuesta la barrera y los receptores se doblaron hacia adentro, esto sucedió en una fracción de milisegundo cuando las vibraciones externas resonaron con las oscilaciones naturales del virus.
Bajo la excitación por ultrasonido la capa y los picos del coronavirus vibrarán, la amplitud de esa vibración fue muy grande lo que producía cepas que podrían romper ciertas partes del virus, causando daños visibles en la capa exterior e invisibles en el ARN.
La simulación demostró que este fenómeno acústico de la resonancia fue aún más rápida con frecuencias de 25 y 50 Mhz, adicionalmente los investigadores encontraron que la estructura de coronavirus colapsó en aire y agua, un líquido con la misma densidad que los fluidos corporales.
Por ahora el objetivo es verificar estos resultados en la realidad, de probarse las ondas de ultrasonidos como un tratamiento efectivo podría realizarse a nivel global para evitar el contagio de más personas, sobre todo donde aún no llegan las vacunas.
Los ingenieros ven a futuro este tratamiento como algo incluso disponible como escudo portátil si se permite enviar estas señales por dispositivos móviles, lo cual representaría un importante avance para erradicar la pandemia.