A lo largo del año en todo el mundo existen días de descanso obligatorios establecidos por ley, pero en el caso de México, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el origen, quién lo estableció y cuándo?.
Para empezar esto ya tiene tiempo, fue en agosto de 1859 cuando el entonces presidente Benito Juárez expidió la Ley sobre días festivos y civiles, en la cual se detallaba los días que deberían considerarse festivos y prohibir a la asistencia oficial a las funciones de la iglesia.
También refiere que además de los domingos se consideran festivos el año nuevo, jueves y viernes Santo, jueves de Corpus, el 16 de septiembre, así como el 1 y 2 de noviembre, 12 y 24 de diciembre, en estos días se dejarán de despachar habitualmente los tribunales, oficinas y comercio, con excepción de los asuntos urgentes.
Es así que a partir de ese momento se derogaron todas las leyes, circulares y disposiciones de simple costumbre.
En México son nueve los días festivos establecidos en el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, empezando con el primero de enero (año nuevo), el primer lunes de febrero en conmemoración del cinco de febrero por el aniversario de la Constitución mexicana, el siguiente es el tercer lunes de marzo en comemoración del 21 de marzo con el natalicio de Benito Juárez.
El primero de mayo por el Día del Trabajo, el 16 de septiembre por el Día de la Independencia, después el tercer lunes de noviembre por el inicio de la Revolución Mexicana, así como el primero de diciembre pero cada seis años cuando se da la transición del Poder Ejecutivo Federal.
Durante el mismo mes de diciembre está el día 25 por las fiestas decembrinas, además de aquellos días que designen las leyes federales y locales electorales en caso de elecciones ordinarias.