Los árboles urbanos juegan un importante papel en la mitigación de contaminantes del aire, son reguladores de temperatura, del flujo de agua para prevenir inundaciones, reducen la contaminación acústica, así como relajantes para una mejor salud mental en los habitantes.
Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos un árbol por cada tres habitantes y un mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados de zona verde.
Las actividades humanas acaban cada año con 15 mil millones de árboles, que en el planeta se han reducido en un 46%, por lo que la OMS calcula que el 92% de la población mundial está expuesta a niveles peligrosos de contaminación del aire.
En el documento que fue publicado en 2018 (El País 30 de mayo), se detalla que más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y se prevé que en 2050 aumentará hasta el 66%, pero este porcentaje puede ser mucho mayor en algunas áreas del planeta.
Por su parte el Banco Mundial estima que nueve de cada 10 latinoamericanos vivirán en una ciudad en las próximas cuatro décadas.
La flora de las ciudades además de liberar oxígeno actúa como filtro para contaminantes urbanos y partículas finas y el dióxido de carbono, principal causante del calentamiento global, tan solo en un año un árbol grande puede absorber hasta 150 kilos de CO2.
Los árboles en la ciudades también se encargan de eliminar la contaminación acústica, incrementan la biodiversidad urbana, regulación térmica, por lo que pueden reducir en verano la necesidad de aire acondicionado en un 30% y tener calefacción en invierno de un 20% y 50%.
Los árboles de las urbes regulan el flujo del agua y desempeñan un papel clave en la prevención de inundaciones y en la reducción de riesgos de desastres naturales, a esto se agrega que varios estudios afirman que vivir cerca de espacios verdes urbanos puede mejorar la salud física y mental.
Si bien las ciudades cubren solo un 3% de la superficie terrestre del planeta, generan tres cuartas partes de las emisiones de carbono y consumen dos terceras partes de la energía generada a nivel global.