Contaminan las aguas saneadas por falta de plantas tratadoras

Limpian el 32% de las aguas residuales en el Estado de México

Por Elizabeth Ríos

  · sábado 22 de junio de 2019

Especial

De los 35 metros cúbicos por segundo de aguas residuales que se generan en la entidad mexiquense, el 32% es tratada, es decir, 11.2 metros cúbicos por segundo.

El 80% del agua tratada es canalizada a cauces y barrancas de carácter federal, un 15% deriva en aguas de riego para cultivo y zonas verdes, mientras que el 5% restante es destinado a uso recreativo, el cual cumple con una norma 003 y se asocia a actividades acuáticas deportivas y recreativas de contacto humano, según cifras de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).

Respecto al primer destino que tienen las aguas tratadas, Alfredo Pérez Guzmán, vocal Ejecutivo de la CAEM, informó que se canalizan a cauces como el río San Joaquín, río Hondo y el río Lerma, mismos que aguas abajo se vuelven a contaminar por falta de ordenamiento en la construcción de plantas tratadoras de carácter regional.

“En donde haya una planta de tratamiento se hace la limpieza, se depura el agua y se devuelve al cauce, el problema es lo que ocurre aguas debajo de donde está la planta.

"Si aguas abajo hubiese un conjunto habitacional o zona industrial que no tiene una planta de tratamiento, evidentemente y al echar agua cruda al cauce, por supuesto que el agua se volverá a contaminar”, explicó.

Por ello, destacó que en la CAEM cada vez que se autoriza algún dictamen de factibilidad o dictamen de congruencia, la principal condicionante es que el conjunto urbano cuente con su propia planta de tratamiento para garantizar que sus aguas residuales no serán derramadas de manera directa al afluente.

Riego

En lo que compete a las aguas de riego son aprovechadas en los distritos de la entidad administrados por la CAEM a través de la Subdirección General Hidroagrícola, es decir, por parte de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), instancia que tiene el vínculo con las zonas cultivables, jardines, parques, y campos de golf, entre otros.

Por su parte, el 5% de aguas residuales destinadas a actividades acuáticas deportivas y recreativas, como las realizadas en el municipio de Valle de Bravo, están relacionadas con velerismo, triatlones y otras.

“Tenemos una planta importante en Valle de Bravo que, insisto, juega este papel y que vale porque es el más recurrente que tenemos en el estado (para este tipo de actividades).

"Pero hay otras actividades y plantas, como por ejemplo en Ixtapan de la Sal, en donde también utilizan su agua tratada para este tipo de actividades”, dijo.

Inyección de acuíferos

Pérez recordó que la recarga de los mantos acuíferos se puede realizar por medio de dos vías, la primera es el aprovechamiento del agua de lluvias y la segunda es dejando de extraer el líquido de los cuerpos de agua, a efecto de que se realice el proceso natural de la recuperación de agua.

“Tenemos los acuíferos tan desgastados, tanto en la cuenca del valle de México, como en la cuenca de Toluca porque tradicionalmente lo que hemos hecho es sacar el agua, es decir, lo que ejecutamos es la forma de cómo llevar el agua afuera del valle.

"Pero además donde se ha urbanizado lo que hemos hecho es tener planchas de concreto que impiden la absorción del agua, por eso es que un 85% del agua de lluvia se encharca o se evapora”, recalcó.

Resaltó la importancia de la recuperación de las zonas boscosas de la entidad, pues la captación de agua a través de estas áreas es el método más efectivo para que los mantos acuíferos recuperen sus niveles de agua.

Entre las zonas boscosas más importantes de captación de agua de lluvia en la entidad mexiquense destacan la zona alta del Nevado de Toluca, las inmediaciones de Lerma, Ocoyoacac, Amecameca, zonas altas de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, la zona limítrofe de la Sierra del Ajusco, Malinalco, y Villa Victoria, entre otras.