Los pueblos indígenas son los más responsables y sostenibles para salvaguardar la diversidad biológica terrestre, ya que un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza, reveló que el 91% de los ecosistemas administrados se encuentran en condiciones ecológicas buenas o moderadas.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró este 2021 como el año de inicio para el Decenio de la Restauración: un esfuerzo internacional conjunto para restaurar los ecosistemas del planeta, es así que en este esfuerzo se realizó el estudio de la WWF en el cual hizo evidente que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de la naturaleza.
Para el trabajo de investigación participaron 30 expertos enfocados en conservación, trabajaron en colaboración con los líderes de estas comunidades originarias, que pese a estar marginadas el estado de conservación de sus tierras tiene un valor ecosistémico notable actualmente.
La preservación de sus tradiciones y cultura es importante y va de la mano de la restauración de los espacios naturales, pero que cada vez es más difícil cuando los alcanza la actividad industrial.
El trabajo de investigación dado a conocer en el portal National Geographic en el artículo titulado: Los pueblos indígenas son los mejores gestores de la naturaleza y mantienen el equilibrio ecológico, publicado el pasado 15 de junio, agrega que incluso sin formar parte de las resoluciones ecológicas que se han tomado a nivel internacional, los gestores originarios están cumpliendo con las metas de conservación en materia de diversidad biológica.
Un buen ejemplo es el caso de la Amazonia, en la región viven más de 3 millones de indígenas, las zonas que pertenecen a estas comunidades no han sido devastadas, todo lo contrario a las que se destinaron para la explotación de recursos naturales en América Latina.
La ONU reconoce que la razón por la cual los pueblos indígenas son los mejores guardianes de los ecosistemas, es en gran medida a la sabiduría ancestral y al vínculo espiritual que los pobladores guardan con la tierra.
El respeto e identificación que las comunidades étnicas tienen con su entorno, difícilmente favorecerán el crecimiento económico sobre la preservación de sus espacios sagrados, aunado a que muchas veces no cuentan con los medios para hacerlo así, pero sí tienen un enfoque más empático con las especies vegetales y animales con las que conviven.
La WWF concluye que la participación y consideración de los pueblos indígenas es categórica. Tras siglos de una mirada colonialista a estas comunidades originarias, es una necesidad ecológica tomar en cuenta sus prácticas tradicionales, ya que son mucho más sustentables que el estilo de vida que favorece el mundo occidental.