¿Por qué la bicicleta sería la movilidad del futuro?

Puede reducir las emisiones 10 veces más que las de conducir un auto eléctrico, es un transporte asequible, confiable, limpio, saludable y que elimina la congestión

Domingo Fernández | El Sol de Toluca

  · sábado 28 de agosto de 2021

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El transporte es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar debido a su gran uso de combustibles fósiles y su dependencia de la infraestructura con alto contenido de carbono, como carreteras, aeropuertos y los propios vehículos, aunado a la forma en que se incorporan estilos de vida dependientes del automóvil.

Una forma de reducir las emisiones del transporte con relativa rapidez, y potencialmente a nivel mundial, es cambiar los automóviles por el ciclismo, el e-biking y caminar. Lo que se conoce como viajes activos.

Utilizar la bicicleta puede reducir las emisiones 10 veces más que las de conducir un automóvil eléctrico, además de brindar un transporte asequible, confiable, limpio, saludable y que elimina la congestión.

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Lo anterior lo señala un estudio realizado por la Universidad de Oxford, donde se agrega que con el paso del tiempo más gente adoptará este medio de transporte, con lo cual ayudará a combatir el cambio climático.

El documento detalla que hasta el 50% de los viajes en automóvil son de menores a cinco km y podrían ser reemplazados fácilmente por viajes activos, las bicicletas eléctricas aumentan ese alcance a 10 km o más y se han vuelto más populares en los últimos años a medida que los precios han bajado.

Este medio de transporte permite que las personas mayores se desplacen más rápido y ayudan a los ciclistas en áreas montañosas, pero además proporcionan actividad física. En los Países Bajos y Bélgica, por ejemplo, se han vuelto populares para desplazamientos de largas distancias hasta 30 km., por lo que esta podría ser la respuesta a los problemas de transporte.

El informe (que publica Infobae en el artículo titulado: La bicicleta será la movilidad del futuro, auguró un estudio de la Universidad de Oxford), pone a consideración una investigación realziada sobre 4 mil personas que viven en las ciudades de Londres, Amberes, Barcelona, Viena, Orebro, Roma y Zúrich, durante dos años.

Las personas completaron 10 mil anotaciones en las que registraban todos los viajes que realizaban cada día, ya sea para ir al trabajo en tren, llevar a los chicos a la escuela en auto o viajar en autobús a la ciudad. Para cada viaje se calculó la huella de carbono equivalente.

El resultado fue que la huella de carbono de los viajes diarios es hasta un 84% menor para las personas que caminan o andan en bicicleta que para las que utilizan otros modos de transporte.

También se encontró que la persona promedio que cambia de automóvil a bicicleta solo un día a la semana logra reducir su huella de carbono en 3.2 kg de CO₂, equivalente a las emisiones de conducir un automóvil durante 10 km. Y si ese cambio se limita a un viaje por día, disminuirían su huella de carbono en aproximadamente media tonelada de CO₂, ahorrando luego de un año con esa conducta, las emisiones equivalentes a un vuelo de ida desde Londres hacia New York.

Sin embargo se deben considerar todavía algunos inconvenientes, además de los factores climáticos está el tema de la seguridad, ya que la tasa de accidentes en bicicleta sigue siendo más alta que la de los automovilistas, por lo que las ciudades deben de crear más redes de ciclismo, incluso liberar calles exclusivas para andar en bicicleta o caminar.