El impacto del manga japonés en América Latina

En una región donde la lectura no es algo primordial este tipo de contenidos han logrado acaparar la atención de los jóvenes

Luis Lazcano/Mónica Zarco

  · viernes 31 de mayo de 2019

Foto: Ilustrativa


Uno de los productos más importantes de la cultura popular es el manga. Como muestra, datos del Padrón Nacional de Medios Impresos, de la Secretaría de Gobernación (Segob), señalan que el Grupo Editorial Notmusa tiene un tiraje de 624 mil 770 ejemplares semanales por lo que sus ventas en el país rondan entre los 2.5 millones y 3.1 millones al mes.

Solo para dimensionar la cantidad de mangas que imprime mensualmente esta industria, la directiva de Panini, Marilú Vargas, señala que el tiraje total de sus títulos es incluso mayor al de TVNotas, la revista más vendida en México.

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Una de sus principales características radica en que los personajes tienen personalidades bien trabajadas y las historias, en su mayoría, tienen trasfondos densos y profundos. Por ejemplo, pueden transportarte a un decadente futuro gobernado por máquinas (Ghost in the Shell) o situarte en una romántica situación bajo los cerezos de un a plaza pública (Kimi ni Todoke).

Impacto económico

Los beneficios económicos y culturales que supone la gran propaganda del manga y el anime para japón y su cultura hacen de esta industria un aspecto de vital importancia para el país.

De acuerdo con un informe realizado por Forbes en 2018, japón es uno de los países en donde más se lee y no en vano cuenta con el mayor número de librerías. Al respecto, dicho análisis destaca que el manga representa más del 23% de toda la facturación de la industria editorial japonesa. En proporción, más del 37,5% de todo lo que se publica en esas tierras es manga.

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Otro aspecto a resaltar es que el turismo extranjero se ha incrementado notablemente en los últimos años, sobre todo por el cultural derivado del manga y el anime ya que muchos de los extranjeros que visitan Japón, están influenciados por estos contenidos y ven al país del sol naciente como un destino soñado.

En México el Estudio Anual de Revistas 2017 del Departamento de Investigación de Merca 2.0 demostró que los consumidores destinan entre 51 y 100 pesos mensuales para comprar revistas de este tipo, e incluso, Marilú Vargas destaca que sus lectores adquieren en promedio tres ejemplares al mes, lo cual se traduce en una inversión cercana a los 255 pesos.

En contraparte según Forbes, en 2014, la industria generó ganancias por 60 mil 513 millones de pesos como resultado de 838 millones de ejemplares vendidos en japón.

Pese a las exorbitantes cifras, el mercado del manga en nuestro país apenas va evolucionando y a ciencia cierta no existen cifras concretas para conocer su valor actual aunque especialistas en la materia indican que puede ser exponencial tal y como sucedió en francia pues, un estudio de mercado publicado en 2014 por la investigadora de mercados GfK, apuntó que en ese país el mercado del manga en 2010 obtuvo un valor de 101 millones euros, es decir, unos 2 mil 140 millones de pesos.

Su impacto en América Latina

Una de los motivos por los que ha tenido tanto éxito en esta región son sus contenidos. Al contrario del cómic norteamericano en donde los héroes son perfectos, en el manga japonés los protagonistas tienen historias complicadas y el trasfondo entorno a ellas es mucho más complejo.

La fisonomía de sus personajes se caracteriza por contar con gestos muy marcados como el color y tamaño de sus ojos, boca y nariz. Eso, en palabras de expertos en el rubro, marca una tendencia en la juventud latina ya que se convierten en un producto meramente de carácter visual.

En palabras de Erika Rodríguez directora de KEM Media, empresa mexicana que distribuye contenidos de animación japonesa, en la región se generaron ventas por 767.7 mil millones de yenes sólo durante 2016, por lo que su crecimiento ha sido notable.

Otro producto que es muy consumido por esta comunidad son los videojuegos en donde los fanáticos pueden llegar a gastar entre 300 y 500 pesos por quincena sin embargo el golpe fuerte recae en juguetes o accesorios y vestimenta (cosplay) los cuales pueden llegar a costar entre dos mil y tres mil pesos hasta unos 10 mil pesos respectivamente.