/ domingo 17 de noviembre de 2019

Empresas japonesas prohíben a sus empleadas usar lentes y zapatos bajos

En respuesta cientos de mujeres han utilizado Twitter para llamar la atención de las autoridades

Japón es una nación en la convergen la modernidad y las tradiciones propias de la región como si fueran una sola.

Lo mismo se refleja en los trabajos y las condiciones de sus empleados en algunos lugares, tal es el caso de las mujeres, cuyos derechos son los más violentados en el ámbito laboral.

Es por ello que desde hace un par de semanas, cientas de mujeres niponas han utilizado Twitter como arma de protesta para expresar su inconformidad ante las empresas que no las dejan presentarse al trabajo con zapatos bajos y lentes de aumento.

Pues desde hace varias décadas, las empresas más conservadoras le prohíben estrictamente a sus empleadas utilizar lentes de aumento y zapatos bajos, especialmente con las que tienen contacto con los clientes. Ya que, según el razonamiento conservador, las gafas chocan con al estética tradicional de las vestimentas japonesas. En pocas palabras a los jefes no les importa que sus trabajadoras queden “discapacitadas” al no poder ver, a mostrar una “mala imagen” al público.

Quienes deben ceñirse a este tipo de reglas sobre todo son las sobrecargo, pues en caso de emergencia se cree las azafatas estarán a gatas buscando sus lentes en lugar de ayudar a los pasajeros. Algo completamente exagerado.

Otra cosa difícil de creer viene por el maquillaje, ya que se argumenta que los clientes no podrán ver los efectos embellecedores de los cosméticos de las maquillistas, o peor aún, aquellas quienes tienen trato directo con los clientes, pues según dicen, “dan una impresión fría a los visitantes

Debido a ello es comprensible que miles de mujeres japonesas se hayan unido al movimiento #GlassesAreForbiden, donde las protestantes tratan de persuadir al gobierno para que no permitan a las empresas prohibirles los lentes.

El movimiento para usar lentes en el trabajo, ha cobrado tal fuerza que incluso Human Rights ha tomado partido al respecto. Kanae Doi, directora de la ONG en Japón, dijo a Reuters que “si las reglas prohíben que solo las mujeres usen anteojos, esto es una discriminación contra las mujeres”.

Como bien dice The Guardian, durante los primeros meses del 2019, se realizó un movimiento similar pero para que las compañías japonesas dejaran de obligar al personal femenino a utilizar tacones muy altos

Pero ahora que cada vez más mujeres se sienten inconformes con las condiciones laborales y que los ojos del mundo están bajo el régimen japonés, es probable que ahora sí se tome en serio la exigencia para usar lentes en horas de trabajo.




Japón es una nación en la convergen la modernidad y las tradiciones propias de la región como si fueran una sola.

Lo mismo se refleja en los trabajos y las condiciones de sus empleados en algunos lugares, tal es el caso de las mujeres, cuyos derechos son los más violentados en el ámbito laboral.

Es por ello que desde hace un par de semanas, cientas de mujeres niponas han utilizado Twitter como arma de protesta para expresar su inconformidad ante las empresas que no las dejan presentarse al trabajo con zapatos bajos y lentes de aumento.

Pues desde hace varias décadas, las empresas más conservadoras le prohíben estrictamente a sus empleadas utilizar lentes de aumento y zapatos bajos, especialmente con las que tienen contacto con los clientes. Ya que, según el razonamiento conservador, las gafas chocan con al estética tradicional de las vestimentas japonesas. En pocas palabras a los jefes no les importa que sus trabajadoras queden “discapacitadas” al no poder ver, a mostrar una “mala imagen” al público.

Quienes deben ceñirse a este tipo de reglas sobre todo son las sobrecargo, pues en caso de emergencia se cree las azafatas estarán a gatas buscando sus lentes en lugar de ayudar a los pasajeros. Algo completamente exagerado.

Otra cosa difícil de creer viene por el maquillaje, ya que se argumenta que los clientes no podrán ver los efectos embellecedores de los cosméticos de las maquillistas, o peor aún, aquellas quienes tienen trato directo con los clientes, pues según dicen, “dan una impresión fría a los visitantes

Debido a ello es comprensible que miles de mujeres japonesas se hayan unido al movimiento #GlassesAreForbiden, donde las protestantes tratan de persuadir al gobierno para que no permitan a las empresas prohibirles los lentes.

El movimiento para usar lentes en el trabajo, ha cobrado tal fuerza que incluso Human Rights ha tomado partido al respecto. Kanae Doi, directora de la ONG en Japón, dijo a Reuters que “si las reglas prohíben que solo las mujeres usen anteojos, esto es una discriminación contra las mujeres”.

Como bien dice The Guardian, durante los primeros meses del 2019, se realizó un movimiento similar pero para que las compañías japonesas dejaran de obligar al personal femenino a utilizar tacones muy altos

Pero ahora que cada vez más mujeres se sienten inconformes con las condiciones laborales y que los ojos del mundo están bajo el régimen japonés, es probable que ahora sí se tome en serio la exigencia para usar lentes en horas de trabajo.




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