Seguramente te percataste que hoy, una vez más, Google modificó el logo intectivo o “Doodle” en el buscador para conmemorar una fecha importante.
Por si no lo sabías, un 15 de agosto de hace 124 años nació Ignacio Anaya García, el mexicano que sería recordado por crear uno de los platillos mexicanos más icónicos del mundo: los nachos.
Totopo, queso y jalapeño
El Doodle sugiere la manera en la que Ignacio revolucionó una receta muy simple, pues usaba trozos de torilla seca destinados a la preparación de los chilaquiles.
Anaya derritió queso Wisconsin rallado sobre algunas rebanadas de jalapeño y totopos, inventando el plato que denominó “Nachos especiales”.
Fue durante 1943, cuando Ignacio trabajaba como Maître en el restaurante Club Victoria, ubicado en Piedras Negras, Coahuila, que los nachos verían la luz.
Un grupo de mujeres estadounidenses, esposas de soldados estacionados en la cercana Base Aérea del Ejército Eagle Pass, se acercaron al Club para consumir, sin embargo, ante la ausencia de un chef o cocinero, Ignacio tomó el control de la cocina e improvisó un platillo para presentar a los comensales.
La increíble combinación se haría popular para posteriormente ser agregada al menú del Club Victoria, e imitada en otras ciudades.
Siete años más tarde, producto de su fama, Ignacio abrió su propio restaurante llamado “El Nacho”. Y a pesar de todo el revuelo que se generó ante su invención, nunca patentó su platillo, ya que para él era “solo un refrigerio para mantener a mis clientes felices y bien alimentados… es como cualquier otro plato de la frontera”.
Aún así, cada octubre, en Piedras Negras se celebra el Festival Internacional de Nacho, y la ciudad ha construido una placa en su honor, un monumento conmemorativo del delicioso legado de este hombre.