Grandes cadenas de alimentos procesados abusan de su poder e influencias para desplazar la alimentación saludable y sostenible con sus productos, cuyo valor nutricional lejos de ayudar a quienes lo consumen, podría representar un riesgo para su salud, refirió la investigadora de la campaña Salud Alimentaria de la organización El Poder del Consumidor.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, advirtió sobre las empresas que atentan contra la salud de las personas a través de alimentos súper procesados, especialmente los niños y niñas, además cómo aquellas que cuentan con presencia a nivel mundial han utilizado su poder corporativo para interferir en las políticas públicas relacionadas con una alimentación sana, variada y saludable.
Larrañaga expresó que una de estas empresas es ampliamente conocida por su alta oferta de fórmulas infantiles, mismas que son promocionadas deliberadamente, lo que se ha convertido en uno de los grandes factores que impiden la lactancia materna en recién nacidos y menores de dos años.
“Dicha marca no únicamente ha actuado en contra de las políticas de la protección de la nutrición infantil, sino que también a través de diferentes prácticas y estrategias ha socavado esfuerzos de política pública en materia ambiental, como plásticos, como agua, en prácticas publicitarias, ésta compañía ha tenido una interferencia en políticas de diferente índole”, destacó la ponente.
Por lo anterior, dijo, El Poder del Consumidor en colaboración con Empower realizó un estudio a través del cual se analizaron más de mil 252 solicitudes de acceso a la información, de las cuales 240 fueron dirigidas al Gobierno federal y mil 012 a autoridades de las 32 entidades del país. Éstas solicitudes tenían como objetivo conocer los contratos y solicitudes públicas, tipos de financiamientos, programas y demás.
Resultados
Dicho proyecto de investigación dió a conocer una empresa en particular que ocupa el 51 por ciento del mercado de alimentos para bebés, cuenta con varias marcas que son populares entre los consumidores, además de tener operaciones en siete segmentos de negocio, entre ellas agua; bebidas líquidas y en polvo; productos lácteos y helados; nutrición y ciencias de la salud; alimentos preparados y complementos culinarios; dulces; y cuidado de mascotas.
En el documento se da a conocer que del total de productos comercializados en México, aproximadamente un 20% son papillas infantiles y cereales, el 12.6% es café y sus derivados, un 12% chocolates y confitería en todas sus presentaciones y el 9.8% bebidas como agua purificada, agua mineral, bebidas azucaradas, tés y suplementos alimenticios líquidos.
El 8.7% de sus productos son culinarios como salsas de diversos tipos, sazonadores en distintas presentaciones y sopas cocinadas parcialmente, productos lácteos como leche en polvo, leche evaporada, leche condensada y fórmulas comerciales infantiles, un 6.7% helados, el 5.6% cereales de caja y el 1.1% bebidas lácteas.
Al referir que la empresa citada ha interferido en el desarrollo de diversas políticas relacionadas con la alimentación infantil, Ana Larrañaga destacó que los mecanismos utilizados para posicionar sus productos y, a su vez, en la toma de decisiones gubernamentales, son la participación y representación en 36 cámaras empresariales, asociaciones civiles y las fundaciones de salud de carácter empresarial, así como la cooptación institucional con el desarrollo de programas propios, cuyo objetivo es crear alianzas con diversos sectores.
Agregó que esta firma también tiene presencia y participación en patronatos de las principales instituciones de salud pública e implementación de programas de salud y nutrición en colaboración con instituciones públicas de nivel municipal, estatal y federal, además de contar con convenios y contratos con instituciones públicas de salud y educación.
En su intervención, el coordinador de conflicto de interés e interferencia de la industria de El Poder del Consumidor, Christian Torres, expresó que entre el 58 y 75% de las ventas de alimentos y bebidas de dicha marca provienen de productos no saludables asociados a enfermedades no transmisibles.
En el estudio de referencia también se da a conocer que entre diciembre del año 2000 y junio del 2023, fueron identificados 540 contratos y 30 convenios realizados entre subsidiarias de esta empresa y 33 instituciones públicas de salud, educación y centros de investigación a nivel federal y estatal.
Entre las anteriores destacan Diconsa con 456 contratos signados por un monto total de 323 millones 327 mil 849 pesos, ISSSTE con 12 contratos por suma acumulada de 43 millones 760 mil 968 pesos e INSABI con cinco contratos que ascienden a siete millones 837 mil 455.7 pesos, así como el Hospital General Doctor Manuel Gea González con 11 contratos por un monto de cuatro millones 279 mil 019.65 pesos y la secretaría de Salud de la capital del país con seis contratos por tres millones 348 mil 684.18 pesos.
“Por medio de estas estrategias ha establecido las narrativas para la implementación de políticas públicas en México, no sólo de lactancia materna, sino ha dado alcance a salud, a nutrición, al agua, a los residuos plásticos, entre otras. Uno de los obstáculos a los que nos encontramos en ésta investigación es que su división nacional, a diferencia de la europea no es transparente ni hace rendición de cuentas sobre su inversión en estrategias y cómo ha operado éstas para incidir en las políticas públicas”, concluyó.