"Imagina si las compañías interesadas en comerciar con nuestros datos personales, no sólo tuvieran datos sobre lo que hacemos y decimos, sino sobre lo que pensamos".
Suena aterrador ¿no? Algo a lo que Hollywood nos tiene muy acostumbrados, sin embargo podría volverse una realidad ya que así lo plantea Rafael Yuste, director del Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia en Nueva York
Es uno de los científicos decididos a regular el uso futuro de las neurotecnologías: herramientas que hoy se desarrollan para mapear y modificar la actividad del cerebro humano.
Yuste propuso en 2017 incorporar a la carta de derechos humanos cinco neuroderechos inalienables: la privacidad mental, la identidad personal, el libre albedrío, el acceso equitativo y la no discriminación.
¿Cuál es el riesgo de un cerebro intervenido?
Las neurotecnologías utilizan técnicas ópticas, electrónicas, magnéticas y nanotecnologías para comprender estos procesos y a futuro, "leer y escribir" la actividad cerebral.
"En Estados Unidos, se está fabricando un chip flexible de computador de dos centímetros cuadrados, con un grosor de 100 micrones, para implantarlo bajo el cráneo, en el cerebro", cuenta Yuste.
Esta neurotecnología esta diseñada, para, por ejemplo, conectar una cámara a un paciente no vidente y transmitir las imágenes a su cerebro a través de un chip.
En estos pacientes ciegos se podría instalar una prótesis visual conectada a una cámara. La cámara funcionaría como el ojo y la corteza recibiría las señales a través de la prótesis, haciendo que la persona pueda ver. El problema vendría cuando estás prótesis fuesen implantadas en pacientes sanos.
"Imagina que instalas la misma prótesis a una persona que ve bien, y que esa prótesis ya no la conectas a una cámara, sino a un grupo de cámaras capaces de ver en infrarrojo, o a una cámara instalada en otro lugar del planeta, o a una pantalla de televisión donde la persona pudiera leer información", agrega.
Estas personas podrían ver y conocer cosas que que los demás no, por lo tanto sería una persona “aumentada”. Podría ir caminando por la calle mirando a la gente y saber automáticamente información personal, tal como tecnología Stark.
Otro riego potencial podría ser el uso militar, sin embargo Yuste tiene esperanzas tanto en la neurotecnología como en la capacidad de la humanidad para regularlas, aún hay esperanza para que estas tecnologías no sean desarrolladas con malas intenciones.
"Estas tecnologías repercutirán en toda la sociedad, nos permitirán tratar a pacientes, pero también abrirán nuevos campos de desarrollo a los países; nos permitirán cambiar la educación, la justicia".