Soñar es ingresar a diferentes mundos mientras dormimos, desde viajes en el tiempo, lugares, personas con las cuales convivimos e incluso desconocidas, cuando despertamos continúa la sensación y surgen algunas preguntas para tratar de explicarlos.
Pero muchas veces los sueños no son tan relajantes y se convierten en pesadillas que dejan alguna preocupación o inquietud que nos persigue durante gran parte del día, pero ¿por qué sucede?, ¿existe alguna forma de garantizar un sueño tranquilo?.
Desde una perspectiva neurocientífica existen diferentes tipos de sueño durante las fases NREM (ondas lentas o No REM) y REM (Movimiento Ocular Rápido). Los científicos comparan un sueño durante NREM con una fotografía por ser más cortos, menos estructurados, más débiles y menos emocionales.
En tanto los sueños REM se comparan con una película en la que el soñador es el personaje principal, se cree que incluye la interacción de varias regiones del cerebro y es por ello que se obtiene una experiencia onírica más sofisticada con imágenes parecidas a una narración y es cuando se presentan las pesadillas y los sueños lúcidos.
El fenómeno de las pesadillas es considerado espontáneo, sin embargo también pueden ser causadas por enfermedades, estrés, ansiedad y algunos medicamentos que alteran la etapa del REM.
Sin embargo la mayoría de las pesadillas crónicas son causadas por problemas psicológicos, y para ello se debe consultar a un psicólogo o terapeuta para un adecuado tratamiento.
Pero antes de que sea un problema complejo que requiera la consulta con los especialistas, Emma -The Sleep Company comparte algunos tips para mejorar el sueño y disminuir las pesadillas nocturnas.
En primer lugar dormir lo suficiente, la sugerencia es entre seis y ocho horas para los adultos, también es importante prepararse para el descanso como contar con una habitación fresca, limitar la exposición a la luz de dispositivos electrónicos, escuchar música o tomar estimulantes como el café.
También es necesario trabajar con el sistema nervioso parasimpático que inhibe las respuestas de lucha o huida y aumenta la sensación de relajación.
Estudios científicos han demostrado que los ejercicios de respiración y meditación ayudan a lograr el objetivo, incluso un baño con agua tibia puede fomentar el descanso.