Tomando como base la importancia de conocer las diferentes experiencias para fortalecer el diálogo y la integración en una época en que la comunicación es más complicada cara a cara, es el objetivo de las bibliotecas humanas.
Esta idea nació en Dinamarca en el año 2000 y se ha replicado en más de 80 países, incluidos México, aquí puedes tomar prestado un libro (hombre o mujer) para conversar sobre diversos temas y conocer sobre su vida y de esta forma comprender mejor los problemas del día a día.
También buscar fortalecer la sensación de cercanía y que la gente pueda romper con sus prejuicios mientras se detienen al pasar las páginas de las vidas de las otras personas.
Entre los libros que se pueden solicitar destacan sobre los temas de las minorías de nuestra sociedad que han sido sometidos a discriminación o sufren prejuicios, como las personas transgénero, ciegos, sordos, obesos o sin hogar, un musulmán, incluso personas con autismo, en el cual se garantiza un diálogo seguro porque no se debe juzgar al libro por su portada.
Cuando se ha elegido el libro el tiempo para dialogar con él es de 30 minutos, pero esto puede variar de acuerdo al país, por ejemplo en México va de 15 a 20 minutos, se pueden hacer todo tipo de preguntas, aunque cabe la posibilidad de que no todos los libros las quieran responder.
En Dinamarca y otros países existe el traductor por si el idioma fuera una barrera para su “lectura”, el objetivo es juntar a gente muy diferente entre sí y puedan conversar una mujer transgénero con una mujer cristiana y conservadora.
Algunos de los países que cuentan con bibliotecas humanas son: Estados Unidos, Canadá, Rumanía, Islandia, Noruega, India, Portugal, en el caso de México las actividades se llevan a cabo en la Biblioteca Vasconcelos en la Ciudad de México, pero también se han realizado actividades en Tijuana y Puebla.