Un alto porcentaje de feminicidios así como de suicidios se originan por condiciones de agresividad en el noviazgo, advirtió la criminóloga Arely Asenet Monroy quien añadió la que la violencia en el noviazgo se refleja como una forma de control, invasión y la presión psicológica.
"Las manifestaciones físicas pueden ser chupetones, patadas, pellizcos, empujones y otras formas en que el hombre puede ejercer sobre la mujer en la relación de novios", destacó.
La también activista especializada en feminicidios en el Estado de México detalló que la violencia se refleja en el humor negro en las conversaciones, las burlas y los chantajes pues detalló que para entender el perfil de un victimario y de la propia víctima, hay que saber diferenciar entre el concepto de agresividad y violencia.
El significado de victimario se refleja como un llamado interno a la supervivencia del ser humano y la víctima es una condición que establece una persona sobre otra.
La agresividad se puede reflejar por ejemplo cuando una persona es asaltada, hay quien responde al estímulo defendiéndose.
La consecuencia máxima de esta violencia en el noviazgo es el feminicidio, pero también el suicidio, dice la especialista. "El suicidio puede considerarse feminicidio por la violentación de la pareja, el maltrato y la no valoración, en muchos casos son factores", advirtió la criminóloga.
Perfil
El perfil de las mujeres que son violentadas en su relación de noviazgo suele ser basado en baja autoestima, no tienen un concepto sobre sí mismas, se sobrevaloran y se sienten desagregadas a su familia, mientras que el perfil del agresor, en su mayoría, se trata de sujetos narcisistas y manipuladores, señala la especialista.
"Son hombres que primero dicen palabras que nadie le ha dicho a su pareja para ganarse su confianza, luego la comienza a distanciar de su familia y la manipula", explicó la activista.
De la violencia en el noviazgo al hogar
El cuerpo de Jazmín luce con moretones sobre el rostro, manos y vientre. Se puede observar que han sido constantes pues hay algunas recientes y otras aún no terminan de cicatrizar. Lleva 18 años en la misma condición.
Jazmín confundió el tener un hogar con la esclavitud doméstica a la que la sometió su agresor, auspiciado bajo la persona de su novio por cinco años y luego como su esposo.
“Mi sobrina me llamó por teléfono para que llevara una patrulla y una ambulancia porque a su mamá la estaban matando”, revela Rosalinda, hermana mayor de Jazmín.
Rosalinda acudió con su hermana al Centro de Justicia para la Mujer ubicado en Paseo Matlatzincas, en el municipio de Toluca. Fueron a levantar la denuncia por violencia intrafamiliar. “Ella se casó hace 18 años, enamorada, pero a las pocas semanas dejamos de saber de su vida, se aisló”, recuerda Rosalinda.
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La joven oriunda de Zinacantepec contrajo matrimonio hace 18 años. Se casó ilusionada por tener una familia, un futuro próspero; sin embargo, ese hogar nunca lo logró. A los pocos meses comenzó su esclavitud doméstica. No había permisos para visitar a sus padres, para pasar el tiempo con amigas, ni para asistir a una fiesta o convivencia. Los celos de su esposo por el mundo exterior, la recluyeron en un secuestro en su propio hogar.
“Mi hermana tenía prohibido ir a la casa a visitarnos y de un momento a otro no la volvimos a ver, fue hasta después de diez años, ya cuando tenía a mis sobrinos, al más chico lo conocimos a los dos años”, relata Rosalinda frente al Centro de Justicia para las Mujeres.
Ella acompañó a su hermana a denunciar. También tiene bajo resguardo a tres de sus sobrinos. Darán la lucha para rescatar a Jazmín.
Hace dos semanas, Jazmín rompió su silencio y acudió al Registro Civil para realizar su proceso de divorcio. Sin embargo, recayó en su voluntad tras recibir amenazas de su marido.
“Ya había acudido a realizar el proceso para su divorcio, pero sus suegros y su esposo la amenazaron diciéndole que si se iba, le quitarían a sus hijos y sus pertenencias, entonces se regresó a su casa”, detalla Rosalinda.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2020, la violencia de la pareja ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres que están o han estado casadas.
La agresión y sometimiento no sólo lo padeció Jazmín, cuenta su hermana, también sus hijos, a quienes los rechazaban y les privaban del alimento.
“Mis sobrinos crecieron con anemia, porque no les daban de comer, mi hermana trabajaba haciendo limpieza en casas ajenas y hasta que regresaba les daba de comer”, relata Rosalinda.
Comentarios incómodos
El concepto de violencia en una relación se refiere a cualquier agresión física, psicológica, mental y sexual con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona.
Comienza con cualquier comentario incómodo, después con un jaloneo que al principio puede parecer un juego entre ambos, pero conforme pasa el tiempo, la situación puede llegar a ser más grave.
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Existen varios factores que impiden darse cuenta del rumbo que está tomando la relación; uno de ellos es estar enamorado, pues no permite pensar de manera objetiva que están siendo violentados por su pareja y que son víctimas de la misma. Al querer aceptar la realidad, quizás sea el primer síntoma de que uno de los dos está siendo agredido.
Cuando se cree que se encuentra a la persona correcta e indicada y está en la etapa del enamoramiento, se idealiza a la pareja y hasta se puede pensar que se superará todo lo malo, a tolerar y perdonar sus insultos y/o golpes, el maltrato psicológico, físico y hasta sexual. Sin embargo, se debe de tener en cuenta que no se puede confundir amor con maltrato.
Evaluación y apoyo
Por ello, los expertos recomiendan verificar si tu relación es violenta. Primero, deberás analizar tu percepción cuando estás con tu pareja, si te sientes libre de comentar sobre algún tema de interés o de hacer cualquier cosa cuando estás a su lado sin el temor de que se enoje o se ponga agresivo, te insulte y te haga hacer cosas que no quieres, como cambiar tu forma de vestir o de convivir con otras personas.
El Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) busca apoyar a las y los jóvenes con problemáticas psico-emocionales como la violencia en el noviazgo.
A través de psicólogos brinda atención de manera gratuita y ello les permita en un futuro, dejar esa relación tóxica y desarrollarse plenamente.