En tiempos donde gran parte de las cosas se dan por entendidas de manera inmediata ha surgido la duda sobre algunas asociaciones que, con el paso del tiempo, han ido moldeando sus siglas e incluso su identidad como es el caso del contingente LGBTTTIQ.
Dicha sigla, representa todas las opciones de género y libertad sexual, es decir no se centra únicamente en los colectivos de gays o lesbianas sino que va mucho más allá de estas opciones pues existe un abanico de posibilidades que fomentan el diálogo en cuanto a la orientación sexual e identidad de género se refiere.
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Sin embargo, a pesar de que tienen una serie de características y necesidades comunes por encontrarse en situación de discriminación, cada una de las comunidades integrantes son diferentes entre sí.
Lesbiana: mujer que se siente atraída erótica y afectivamente por mujeres.
Gay: hombre que se siente atraído erótica y afectivamente había otro.
Bisexual: Persona que se siente atraída eróticamente y afectivamente por personas de ambos sexos, manteniendo relaciones íntimas y sexuales con ellas.
Transgénero: Persona que se concibe y expresa como perteneciente al género opuesto al que social y culturalmente se asigna a su sexo de nacimiento.
Transexual: Persona que se siente y se concibe como perteneciente al género y sexo opuesto a lo que social y culturalmente se le asigna en función de su sexo de nacimiento y opta por una intervención quirúrgica.
Travesti: Persona que gusta de presentar de forma transitoria o duradera una apariencia opuesta a la del género que socialmente se asigna a su sexo de nacimiento, mediante la utilización de prendas de vestir, actitudes y comportamientos.
Intersexual: Persona que nace con algunas características que son consideradas femeninas y otras que son consideradas masculinas.
Queer: Persona que además de no identificarse y rechazar socialmente al género de nacimiento, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular.
Expertos en la materia señalan que primero que nada es necesario diferenciar la identidad de género con la orientación sexual. La primera de ellas se refiere a una vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual podría corresponder o no con el sexo del nacimiento mientras que la segunda es la capacidad de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género