Pese a las bondades y resultados que traen consigo las terapias de células madres, su alto costo no permite ampliar su acceso, ya que tan sólo una sola sesión llega a costar alrededor de cinco mil pesos, aseguró Laura Miranda Ferreyra, especialista en medicina bioregenerativa.
Explicó que la terapia consiste en la utilización de células madre para el tratamiento o la prevención de una enfermedad o afección. Éstas, dijo, se inyectan en tejidos lesionados con la esperanza de reemplazar el tejido dañado.
Tan sólo una célula, indicó, tiene el potencial de formar muchos de los tipos de células encontradas en el cuerpo, incluso cuando las células madre se dividen se pueden formar células madre u otras células que realizan funciones especializadas
“Las células madre sirven para generar células sanas y reemplazar a las células enfermas. De hecho las células madre pueden ser orientadas para convertirse en células específicas que pueden utilizarse para regenerar y reparar tejidos enfermos o dañados en las personas”, informó la especialista Ferreyra.
Hay dos tipos de células, comentó, las células madre embrionarias que tienen el potencial de formar un individuo completo y las células madre adultas que sólo pueden formar ciertos tipos de células especializadas.
Dicha células, detalló, se usan actualmente en pacientes con lesiones en la médula espinal, diabetes tipo 1, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular quemaduras, cáncer u osteoartritis.
“Mientras que hay células madre que provienen embriones crioconservados, blastómeros individuales y partenogénesis, las células madre adultas se encuentran en pequeñas cantidades en la mayoría de los tejidos adultos, como la médula ósea o la grasa y su obtención es a base de donación cadavérica”, añadió.
Las células madre, dio a conocer la especialista en medicina bio-regenerativa, se ingresan al cuerpo mediante una transfusión en la vena del receptor, es decir, como una transfusión de sangre, sin embargo, la infusión de células madre se administra a través de un catéter central en un vaso sanguíneo grande.
En cuanto a los efectos secundarios, Ferreyra aseguró que pueden presentarse algunos malestares, como dolor de cabeza, náuseas y hasta dificultad para respirar, sin embargo, estableció que son problemas que se pueden controlar.
“En el mercado ya pueden encontrarse productos farmacéuticos a base de células madre y se espera que en un futuro aumente el número de esta nueva familia de fármacos, aunque en el mercado cosmético ya van más avanzados”, afirmó.
Sobre la factibilidad de instrumentar estos procedimientos y ampliar el número de pacientes que pudieran recibir los beneficios de las células madre, la doctora destacó que los altos costos pueden ser un impedimento, ya que tan sólo una terapia puede tener un costo de hasta 5 mil pesos.
Mejor abandoné el tratamiento: paciente
Efectivamente los altos costos de la terapia de células madre fueron un impedimento para que Alma Ramírez, de 40 años de edad, siguiera con el tratamiento que de acuerdo con su médico tratante constaría de entre ocho y 10 sesiones.
Alma, quien descubrió que tenía diabetes a los 38 años, platicó su experiencia con este tipo de terapias cuando una especialista le ofreció estas alternativas y la esperanza que le ofreció para revertir su padecimiento.
“La verdad es que yo me encontraba desconcertada y por eso decidí acudir a este tipo de terapias, una amiga me recomendó las células madre y de ahí que me contactó con una clínica privada que se ubica en la Ciudad de México”, relató.
Una vez que obtuvo una cita, indicó, se trasladó a bordo de su automóvil a la clínica donde recibió su primera transfusión de células madre.
“Es como una transfusión de sangre, aunque ésta es muy lenta y, por lo mismo, es mucho el tiempo que tardan en transferirlas a tu cuerpo”, añadió Alma.
En esa primera sesión, indicó, gastó casi 10 mil pesos y de acuerdo con la especialista, dependiendo de las mejoras, se iban a requerir entre ocho y 10 sesiones. Eso, añadió, la hizo pensar y después de unos días optó por abandonar la terapia.
“La verdad no me ayudó mucho, quizá porque tenía que tomar más sesiones, pero la verdad es que sí iba a gastar mucho más y por eso opté por abandonar el tratamiento”, manifestó.
Lo cierto, narró, es que los efectos después de esa primera experiencia fueron fiebre y mucho cansancio.
“Así me vine manejando con fiebre y cansancio, pero por fortuna logré llegar a mi casa y tuve que tomar algo para enfrentar estos síntomas”, finalizó.