Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y quienes tendrán la oportunidad se salir a la playa o cualquier otro lugar ya deben tener todo listo; el auto en buenas condiciones o en su caso los boletos de autobús o avión, hospedaje y un buen plan de estancia, sin embargo también es importante considerar un un aspecto más, evitar la diarrea del viajero.
Este malestar se caracteriza por la presencia de tres o más deposiciones no sólidas en un día junto con otros síntomas que se presenta en viajeros que se desplazan durante estos meses, además suele ocurrir durante el viaje o inmediatamente a la vuelta del mismo.
No obstante existe la manera de prevenirla al atender ciertos hábitos que marcarán la diferencia entre unas buenas o sufridas vacaciones.
Una de las primeras recomendaciones es seleccionar adecuadamente lo que se bebe y come, la seguridad de las bebidas y alimentos depende principalmente de la higiene observada durante su preparación y manipulación, incluso en hoteles y restaurantes de primer nivel.
También es necesario el lavado de manos frecuente con agua no contaminada y siempre antes de manipular o consumir la comida, el correcto aseo de las superficies, el uso de toallas de papel, así como la utilización de áreas de aseo separadas para personas sanas y enfermas.
Aunado a lo anterior se sugiere beber siempre agua embotellada (con sello) que sea abierta por el consumidor, incluyendo la que se va a utilizar para la higiene bucal, o en su caso hervirla para descartar cualquier infección.
El hielo en las bebidas debe estar descartado, al menos que se tenga la certeza de que es agua segura, además de evitar verduras crudas y ensaladas, así como los postres, salsas y helados ya que se contaminan con facilidad.
Tampoco es recomendable consumir pescados y mariscos crudos, platos con huevos crudos o poco cocinados y elegir alimentos en puestos callejeros.