La importancia de la vitamina C en el organismo va más allá de la prevención de los resfriados, no tener los valores suficientes de este nutriente lo puede manifestar el cuerpo con una serie de señales que debemos saber identificar y evitar complicaciones mayores.
Entre sus funciones está ayudar al cuerpo a combatir las infecciones, por lo tanto si una persona contrae muchas infecciones respiratorias y virus, es muy probable que necesite más de este compuesto en su dieta al incluir frutas y verduras.
Otra señal de que faltan mayores cantidades de este nutriente es presentar cansancio extremo, el agotamiento es uno de los primeros síntomas del escorbuto, una enfermedad que llega por deficiencia de vitamina C.
También las encías sangrantes reflejan que falta esta vitamina, lo cual también es un signo del escorbuto, pero también es recomendable visitar al dentistas para descartar la periodontitis o enfermedad de las encías.
La presencia de moretones sin haberse dado un golpe la carencia de la vitamina C puede ser la causa ya que ayuda a la coagulación de la sangre y mantiene fuertes los tejidos del cuerpo, pero se recomienda adicionalmente hacerse un chequeo completo y un hemograma.
La lenta cicatrización de las heridas también es otro indicador, estudios dan cuenta de que más de la mitad de los pacientes que recibieron altas dosis de vitamina C después de una intervención quirúrgica se recuperaron más rápido que aquellos que no las tomaron.
El dolor de las articulaciones es otra manifestación y es más común en las rodillas y cadera, incluso aparecen hematomas alrededor de las articulaciones, así como dolor en los músculos y tendones, no obstante es importante acudir al médico para descartar algún tipo de artritis.
Los cambios en la piel como manchas rojas o descoloridas, sequedad y agrietamiento de las de las comisuras de la boca son otras de las señales de que se carece de este nutriente.