Los beneficios de la nanomedicina pueden rayar en la ciencia ficción, sin embargo la realidad es que instituciones académicas enfrentan limitaciones financieras para desarrollarla.
Las aplicaciones científicas de la nanomedicina apuntan a la reconfiguración de tejidos, creación de estructuras tubulares para el crecimiento de neuronas, y el uso de moléculas para padecimientos como el cáncer y el VIH/SIDA.
Es el presente de la nanomedicina que deriva de la aplicación de la nanotecnología, es decir de la utilización de dispositivos del tamaño de un virus o más pequeños, los cuales pueden impactar en las células humanas.
A pesar de estos avances, en algunas universidades e instituciones educativas de nivel superior la cuestión económica y la falta de infraestructura son los principales obstáculos que impiden ampliar y desarrollar este conocimiento, señaló el docente de la carrera de Bioingeniería Médica de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Gabriel del Hierro Gutiérrez.
Aunque advirtió que a nivel nacional el desarrollo de la nanomedicina es considerable, consideró que una alternativa para potenciar investigaciones sería la firma de convenios de colaboración entre universidades e iniciativa privada, a fin de crecer en el ramo y motivar desde las aulas a las nuevas generaciones.
“Hoy en día es muy solicitado que el cuerpo se repare a sí mismo, por medio de nanoandamios que están ahí, para fijar las células que forman el tejido y se repongan, esa es la idea hoy en día, con la tecnología, con la nanotecnología”, indicó.
CARENCIAS
La falta de infraestructura materializada en laboratorios y sitios especializados para llevar a cabo este tipo de investigación en el plano nacional representa el principal factor para efectuar dichos estudios y generar un crecimiento, reiteró.
“El presupuesto es prioritario porque si no hay recursos para armar un laboratorio o comprar insumos, no se puede armar un prototipo”.
Detalló que el costo de un laboratorio para investigación en nanotecnología sería de al menos 100 mil pesos.
Sin embargo, para un inmueble más especializado la inversión podría ser hasta de dos millones de pesos o más, lo cual dependerá de la línea de investigación a seguir y su aplicación.
Apuntó que los prototipos requieren de la aplicación de pruebas físicas, químicas y biológicas, así como de la respectiva validación.
“Los recursos se disparan porque se necesitan especies de mamífero de Bioterio, por lo menos dos especies, y desarrollar los protocolos de investigación para que después de un tiempo determinado nos dé la aprobación de la investigación”, explicó.
Aclaró que cuando se trabaja con el cuerpo humano el proceso no es rápido, en comparación a otras áreas del conocimiento, porque lleva tiempo y más recursos.
El académico indicó que la industria médica trabaja en la creación de prototipos, el cual es un sector que avanza con más solidez y a buen paso, al crear varios proyectos, es el caso de suturas, puentes y estructuras tubulares para el crecimiento de neuronas.
Lo anterior, expresó, es un logro pero no camina a la par de los países de primer mundo, donde la inversión y el presupuesto es superior al de México.
INVERSIÓN PRIVADA
En el país, señaló, se observa inversión privada en la creación y operación de laboratorios de investigación, pero en muchos casos las universidades involucradas no alcanzan a ver la utilidad de este tipo de investigaciones.
“Algunas universidades sí tienen líneas de investigación, laboratorios especializados y recursos, de esta forma pueden ingresar artículos a concursos internacionales para demostrar la utilidad de la nanotecnología”, expresó.
Los prototipos de nanotecnología más utilizados en la medicina son los de asistencia y rehabilitación de alguna zona del cuerpo dañada o afectada, derivado de un padecimiento o alguna situación extrema.
Esos factores, comentó, se podrían utilizar en el área de robótica, al crear componentes sintéticos.
“Existe interés de los chicos (estudiantes), el problema es que no se tiene la infraestructura para desarrollarla e ir más allá de lo que se da en un salón de clases, pero se les impulsa a seguir investigando al terminar la licenciatura y hacer un posgrado en nanotecnología o nanomedicina”.
INCIPIENTE
En el caso particular de la Facultad de Medicina de la UAEM, dijo, se elabora un proyecto de tesis de titulación que consiste en la creación de nanofibras y nanoandamios, así como dos protocolos de investigación en el área de rehabilitación, y tal vez un par más en el área de robótica, pero no aumenta por la falta de infraestructura.
“No hay una línea de investigación en cuanto a nanotecnología, se empiezan a hacer estructuras con polímeros, y un proyecto de una egresada que consiste en un equipo electrohilado y con ello hacer nanoestructuras”, refirió.
De la carrera de Bioingenería Mecánica egresan cerca de 30 estudiantes.
Consideró que a mediano o corto plazo debería modificarse el plan de estudios de esa carrera a fin de que se añada una asignatura como tal (de nanomedicina), a la par de una buena infraestructura para desarrollar proyectos, tal vez no muy grandes, pero que puedan servir para poder darle promoción a este campo de la ciencia.
“Estamos en la nanomedicina, estamos ahí, en tamaño nano, estamos en ese punto, la intención no es crear materiales sintéticos, sino remplazar el tejido y vuelva a crecer, la manera de hacerlo es con nanoandamios para soportar células mientras crecen y se propaguen, en vez de colocar algo externo al cuerpo, con la nanomedicina volverlo a regenerar”, insistió.
DIFUSIÓN
La difusión científica, afirmó, no es muy amplia en varios ámbitos o esferas, incluso desde la academia no se llega a promover.
El grueso de la población conoce el término de nanomedicina, pero no sabe a ciencia cierta ¿qué es? y sus implicaciones. Hay muchas universidades que por la carencia de infraestructura no manejan esas líneas de investigación, reiteró.
“Es importante se ponga sobre la mesa y se impulse, poco a poco la gente se empezará a dar cuenta y los estudiantes tendrán más inquietudes, en unos años más se hablará cotidianamente de nanotecnología y nanomedicina”, anticipó.