Nuevos medicamentos: ¿Solo para ricos?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, 100 millones de personas caen en la pobreza porque tienen que pagar los medicamentos de su bolsillo

EFE

  · miércoles 28 de agosto de 2019

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La Fundación Alternativas ha elaborado un informe sobre el alto precio de los nuevos medicamentos y sus consecuencias para todos aquellos pacientes que no pueden acceder a los mismos y también para la estabilidad financiera de los sistemas de salud.

Firmado por los doctores Ramón Gálvez Zaloña (neurólogo) y Fernando Lamata Cotanda (psiquiatra), el documento destaca en su resumen ejecutivo que actualmente en España, en Europa y en todo el mundo se está “vulnerando el derecho humano” a la atención sanitaria:

Cientos de miles de personas, afirman, no pueden comprar los medicamentos que les han recetado por motivos económicos.

Además denuncian que los altos precios de los nuevos medicamentos provocan un aumento del gasto farmacéutico que está tensionando los sistemas de salud.

Añaden también que “aupados por las ganancias excesivas, la industria presiona a los médicos prescriptores para que receten una serie de fórmulas de dudosa eficiencia cuando existen otros fármacos de acción similar y menor precio para sus pacientes…”

Monopolio

Para los autores, la causa de estos problemas está en el abuso del monopolio que los Gobiernos otorgan a las empresas a través de las patentes y otros instrumentos de exclusividad.

Explican que el monopolio se concede a las empresas, bloqueando la competencia, para que estas fijen un sobreprecio con la justificación de la necesidad de financiar la I+D.

Por tanto, refieren, este actúa como una especie de “impuesto” a los pacientes y a los sistemas de salud para pagar la investigación.

“Sin embargo, las empresas han acabado abusando de su capacidad de fijar los precios, obteniendo beneficios mucho más allá del coste real de la investigación”.

También recuerdan como a comienzos del siglo XX, la mayoría de médicos y gobiernos estaban en contra de las patentes para medicamentos, pues entendían que estas supondrían una barrera al acceso contraria a su ética.

Llegan los patentes

Pero las empresas “insistieron con fuerza” y lograron que EE.UU y varios países europeos aprobaran las patentes de medicamento.

En 1994, la “presión de la industria” consiguió que se aprobara el Acuerdo sobre los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, que generalizaba y convertía en norma el uso de las patentes.

En paralelo, continúa el documento de la Fundación Alternativas, estas empresas farmacéuticas han presionado para introducir otros mecanismos de exclusividad.

Así, en la Unión Europea se aprobaron los Certificados Complementarios de Protección, la Exclusividad de Datos o la Exclusividad de Comercialización, entre otros.

Al mismo tiempo, las empresas trataron de retrasar la entrada de genéricos, alargando la protección de las patentes y dificultando la aplicación de licencias obligatorias.

Después de 20 años de aplicación de las patentes para fármacos, se ha comprobado que no han servido para aumentar la innovación y que, por el contrario, han producido importantes efectos negativos, afirman los autores del documento.

Efectos negativos como marcados sesgos en la agenda de investigación (Intereses comerciales y no necesidades de salud), sesgos de diseños, de interpretación y de publicación.

Acceso los nuevos medicamentos: la solución

En este trabajo se propone que la solución a largo plazo sería un convenio internacional para el acceso a los medicamentos que prohíba el uso de patentes y monopolios y desarrolle un modelo diferente para financiar la investigación y desarrollo.

Mientras tanto, sostienen que se pueden y deben adoptar medidas por parte de los Gobiernos para mejorar este acceso, mediante las siguientes medidas:

  • Garantizando que nadie se quede sin el fármaco que necesita: reduciendo los precios (fijándolos por coste real y no “por valor”).
  • Reforzando la capacidad de negociación de las Administraciones Públicas; promoviendo modificaciones en la legislación europea sobre exclusividad para poder aplicar licencias obligatorias.
  • Aumentando la inversión pública directa en I+D y generando retornos públicos de dicha inversión.
  • Denunciando vulneraciones del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea en relación con la competencia; promoviendo la participación de los profesionales sanitarios.
  • Y buscando el apoyo del conjunto de la sociedad.

Precios justos: Foro OMS

Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno de Sudáfrica organizaron un foro sobre precios justos y acceso a los medicamentos.

En este encuentro, delegados de los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil pidieron una mayor transparencia de los costos de la investigación y desarrollo de fármacos, así como de su producción, para que los compradores puedan negociar precios más asequibles.

El foro tuvo como objetivo proporcionar una plataforma mundial para un debate entre todos los interesados, incluidos los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y la industria farmacéutica, para definir estrategias que permitan reducir los precios de los medicamentos y fórmulas innovadores y ampliar el acceso para todos.

El acceso a los medicamentos ha sido durante mucho tiempo una preocupación para los países en desarrollo, pero hoy en día se ha vuelto una preocupación mundial, informa la OMS en su página web.

Derechos humanos

Para Mariángela Simão, subdirectora general de la OMS para Medicamentos y Productos Sanitarios, la innovación médica tiene poco valor social si la mayoría de las personas no puede acceder a sus beneficios.

En su opinión, se trata de una cuestión mundial de derechos humanos:

Simao considera que todos tenemos derecho a acceder a una atención médica de calidad.

Transparencia

En el foro, hubo consenso en que los países pueden dar un paso inicial hacia el fomento de una mayor transparencia compartiendo información sobre los precios.

La base de datos de la OMS MI4A sobre mercados y escasez de vacunas también fue propuesta como herramienta útil para lograr precios competitivos de las vacunas, según informa la citada organización de Naciones Unidas.

El evento destacó ejemplos exitosos de colaboración entre los países para lograr medicamentos a precios más asequibles, tales como la adquisición mancomunada o el intercambio voluntario de políticas.