La pandemia de Covid-19 potencializó que comorbilidades como la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares aparecieran en menores de edad, adolescentes y jóvenes debido, entre otros factores, a la falta de actividad física, el sedentarismo, el estrés y el cambio de hábitos de alimentación.

Por ejemplo, algunos especialistas en nutrición han registrado en sus pacientes, durante la temporada de confinamiento, un incremento de peso que en promedio va de 2 a 7 kilogramos.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018 reveló que en el país poco más de una quinta parte de niñas y niños con menos de 5 años, tienen riesgo de padecer sobrepeso, equivalente al 22% del total de este sector poblacional.

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“El confinamiento que actualmente se está viviendo, ha impactado a tal grado que se siguen consumiendo alimentos industrializados y altamente energéticos”.

“El problema con estos alimentos es que, dado el confinamiento, no son desechados por nuestro cuerpo, pues disminuyó la actividad física que acostumbramos”, explicó el nutriólogo Isaías Pasindo.

Estrés y ansiedad

Beatriz tiene 20 años de edad. A partir del confinamiento registró un aumento gradual de peso hasta sumar diez kilos más. Hoy en día, su índice de masa corporal está dentro de la clasificación de sobrepeso.

Aumenté de 51 kilos que pesaba en febrero de 2020, a 60.800, hace dos semanas que acudí al nutriólogo para tratar mi problema.
De acuerdo con los especialistas de nutrición, los problemas metabólicos que más se han presentado en sus consultorios son el aumento de peso, pero también la resistencia a la insulina.

El nutriólogo Isaías Pancino explica que hay personas jóvenes que se encuentran bajo estrés, por la dinámica social y escolar que se ha presentado en la pandemia, por lo que tienden a comer más. Aunque también los hay, aunque en mínimo porcentaje, aquellos que comen menos.

“Los jóvenes están más conscientes de la comida que están consumiendo, en sus horarios, y sobre todo en poder realizar actividad física, pues eso nos ayuda a oxigenar más el cerebro”, explicó.

“En la pandemia desarrollé más ansiedad y por eso tendía a comer mucho, porque comiendo me daba esa tranquilidad, esa satisfacción y era la única manera de poder controlar mi estrés y las presiones que me generaba la escuela”, explicó Beatriz.

Esta misma situación se ha replicado con los infantes menores de 11 años, quienes, debido a la falta de actividad física, han aumentado considerablemente su masa corporal.

“Me di cuenta que al inicio de la pandemia, mi hijo empezó a comer de más, pero comía pura chuchería, casi todo el día, y con la presión del trabajo, la verdad, no prestaba mucha atención”, relata Norma Mendoza, máma de un pequeño en edad escolar.

Cuando se percató que su hijo lucía la ropa muy entallada, comenzó a preocuparse.

“Hasta que vi que su ropa ya le apretaba, fue cuando decidí acudir al doctor y me recomendó que lo pusiera a dieta con la ayuda de un nutriólogo”, relató la madre del pequeño de siete años.

Verificar etiquetados

El nutriólogo Isaías Pasindo recomendó estar al pendiente de la alimentación de los menores de edad, verificando el etiquetado de productos procesados, aunque lo ideal es evitar su consumo, de no estar practicando actividad física.

“¿Qué les recomendamos a los padres? Que empiecen a visualizar alimentos que, en primer lugar, tengan la menor cantidad de sellos nutrimentales, estos ya vienen en la presentación del empaque”, recomendó.

El especialista recomienda sustituir este tipo de alimentación con colaciones de origen vegetal, cereales enteros, o en su caso, proteínas de origen animal, así como practicar ejercicio en casa, al menos 30 a 45 minutos diarios.

Para los casos donde sea necesaria intervención de un especialista, deberá aplicarse un estricto régimen alimenticio y también combinarse con algún deporte.

“El paciente debe de estar consciente de que quiere ingresar a este cambio, porque como nutriólogos las dietas maravillosas y bien calculadas fracasan, si el paciente no está comprometido y disciplinado”, aseguró el nutriólogo.

Cifras de sobrepeso y obesidad

De acuerdo con la ENSANUT 2018, en las zonas urbanas el sobrepeso en niñas y niños de 5 a 11 años representa 18% del total poblacional; mientras que en las rurales es del 17%. En la población total de niñas y niños de 5 a 11 años, el 18% tiene sobrepeso y va en incremento conforme aumenta la edad.

El 21% de los hombres de 12 a 19 años y 27% de las mujeres de la misma edad, también presentan sobrepeso.

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De 12 a 19 años, el 15% de niños padece de obesidad y en niñas, es apenas del 14%.

En el grupo poblacional que va de los 20 a los 29 años de edad, la muestra representativa afectada en hombres es del 24%, mientras que en mujeres es del 26%