Consumir sal en exceso es un riesgo contra la salud que puede generar hipertensión arterial (presión alta), cardiopatías (problemas del corazón), accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales) y cálculos renales (piedras en el riñón). Por esta razón la Secretaría de Salud del Estado de México pide a la población recudir su consumo.
Aunque pueda resultar complejo medir la sal que nuestro cuerpo necesita, es importante es evitar el consumo de alimentos procesados, reducir la ingesta de embutidos, quesos y aperitivos salados, además, pide modificar los hábitos para la preparación de comidas, de manera que limiten el uso de este sazonador y se elijan comestibles naturales.
De igual manera, recomienda no colocar saleros en la mesa al momento de comer, para así, evitar que se agregue más a los guisados, pues es frecuente que muchas personas añadan este elemento a su platillo sin antes haberlo probado, lo que significa que consumirán más de la cantidad adecuada por día.
Mitos de la sal
Asimismo, destaca que es importante desterrar mitos en torno al consumo de este condimento, como que la sal marina es igual de dañina que la refinada si se consume en exceso, se pueden comer alimentos sin este ingrediente y ello permite apreciar mejor su sabor natural, a cualquier edad es dañino agregar grandes cantidades a la comida y es falso que al transpirar se pierda sal y se tenga que reponer vía los alimentos.
La Secretaría de Salud mexiquense pide leer el etiquetado de los productos procesados para elegir la mejor opción, pues actualmente en la mayoría de estos artículos se informa cuando representan un riesgo para la salud.
Finalmente, cabe recordar un adulto debe consumir menos de cinco gramos de sal por día y en los niños la ingesta máxima recomendada será en función de sus necesidades energéticas. Recuerda: salud es vida.