Los pacientes con enfermedades dermatológicas tienen un 20% más de alteraciones psiquiátricas que el resto de la población con padecimientos como depresión, ansiedad, inseguridad y aislamiento social, que lo lleva a valorar su calidad de vida en forma negativa.
Algunas de las patologías son: el acné, la psoriasis, dermatitis atópica, alopecia, el vitíligo o los angiomas, las cuales afectan psicológicamente a la población debido sobre todo a que se presentan en las partes visibles del cuerpo.
En el caso de los pacientes que padecen psoriasis pasan por varias fases: rebeldía, negación y aceptación, posteriormente se da paso a buscar un buen mecanismo con el objetivo de que el tratamiento de buenos resultados.
No obstante la afectación psicológica depende de la edad en que surge la enfermedad y de la propia personalidad del paciente, en la pubertad pueden causar una personalidad solitaria e introspectiva; pero también agresivas y antisociales, en la edad adulta causa ansiedad, inseguridad y depresión.
Por lo que toca al acné está también asociado con la depresión, ansiedad, incluso ideas suicidas, existen muchos complejos y les cuesta más trabajo relacionarse con el sexo opuesto.
Las enfermedades que se presentan en el rostro son las que más problemas psicológicos causan, pero en general las patologías dérmicas afectan a la calidad de vida de los pacientes en actividades de la vida cotidiana como las labores del hogar, el cuidado personal, la interacción social, las actividades de recreo, movilidad y trabajo.
Sin embargo también sucede que en ocasiones las alteraciones dermatológicas no son la causa sino la consecuencia de enfermedades mentales, por ejemplo lo que puede parecer una dermatitis resulta finalmente la consecuencia del rascado intenso y continuo que el individuo, inconscientemente, realiza sobre una zona del cuerpo debido a una situación de estrés.
Otro ejemplo es la tricotilomanía, una alopecia traumática en la que el propio individuo tira de sus cabellos con el fin de arrancarlos, por lo que es necesario el trabajo multidisciplinario que empieza con el dermatólogo y continúa con el psiquiatra.