La piel forma una barrera protectora entre los órganos internos del cuerpo y el ambiente externo, además de que sirve para regular la temperatura, pero también permite a los médicos observar signos de distintas enfermedades.
Los cambios en el color no solo muestran problemas de salud de la misma piel, también de otras partes del cuerpo mediante alteraciones en esta, aunque muchas no son de gravedad y únicamente requieren modificar los hábitos de la persona, otras sí pueden revelar malestares más complejos que requieren una mayor atención.
Entre las señales que da la piel sobre algunas enfermedades es el cambio de color, por ejemplo cuando adquiere un color amarillento puede indicar que la persona tiene elevados los niveles de enzimas hepáticas o bilirrubina y por lo tanto indicaría un cuadro de ictericia, es decir un problema en el sistema hepatobiliar del hígado, la vesícula y conductos biliares.
Otro indicador es cuando las palmas de las manos tornan de color amarillento o anaranjado, una señal de una condición llamada carotenemia debido a una excesiva ingestión de betacaroteno por consumir elevadas cantidades de zanahorias, la calabaza y la batata o algunos suplementos alimentarios, en la mayoría de los casos es benigna y es raro que esté asociada a trastornos metabólicos graves.
También la piel puede presentar picazón que puede indicar una dermatitis atópica, es una patología multifactorial en la que intervienen factores genéticos, ambientales, alteraciones inmunológicas o problemas en la función de barrera de la piel, que obliga a los especialistas a trabajar en conjunto para un tratamiento especializado y mejorar la calidad de vida del paciente.
En tanto que las erupciones pueden ser una señal de muchos inconvenientes causados por el calor, alergias a medicamentos, pero también de enfermedades como Lyme o el Lupus, que en el caso de este último no tiene cura.
La presencia de manchas moradas que no palidecen cuando se comprimen pueden ser un indicador de enfermedades cardiacas o problemas con los vasos sanguíneos.
Los cambios de tonalidad de la piel también se da por los hábitos de las personas, por ejemplo los que fuman pueden presentar manchas en el rostro o decoloración de la piel, incluso la falta de hidratación se manifiesta con la piel hundida alrededor de los ojos o excesiva resequedad.