Seguro alguna vez hemos escuchado que sudar nos ayuda a bajar de peso. Este mito es más bien tomado como una regla: "Para adelgazar hay que sudar".
Aveces, como una interpretación: "Sudar adelgaza". Y aquí es donde llegamos al problema.
¿Quién dice que sudar adelgaza y por qué? ¿En qué nos basamos? Este mito parece surgir de una relación poco clara y más bien falsa. Pero la relación entre el sudor y la pérdida de grasa, podríamos decir que existe, pero no como cree la leyenda urbana.
¿Sudar adelgaza?
En sí mismo, el acto de sudar no sirve para adelgazar. El fenómeno fisiológico apenas tiene gasto calórico. Su cantidad es totalmente despreciable.
Por tanto, no tiene mucho sentido hablar del sudor como un procedimiento por el cual podemos adelgazar.
Adelgaza es, esencialmente, perder agua. Si perdiéramos mucha agua podríamos perder peso, pero no adelgazar. Además, lo recuperaríamos de inmediato. Este efecto, unido a que sudamos cuando hacemos ejercicio, probablemente es el responsable del mito.
¿Para qué sirve sudar, entonces?
El sudor tiene una función casi exclusiva: regular la temperatura. Cuando nuestro cuerpo detecta que está aumentando la temperatura de forma notable se activa una señal controlada por nuestro sistema nervioso vegetativo. Esta le indica a la piel que debe comenzar a segregar sudor.
¿Sudar mucho puede estar relacionado con adelgazar?
Sí, porque al hacer ejercicio intenso nuestro cuerpo, los músculos, generan mucho calor, que provoca el sudor. Por tanto, si estamos gastando mucha energía, sudaremos. ¿Quiere decir eso que sudar adelgaza? Ni mucho menos. La relación es al revés. Sudar mucho, bajo una sudadera, un plumas o plástico, no nos servirá para perder más grasa.