Ante cualquier molestia o comezón en los ojos lo primero que se hace es frotarlos, lo cual puede ser normal si rara vez ocurre, sin embargo si es una práctica constante puede traer problemas y disminuir la visión.
Para empezar este hábito extendido de tallarse los ojos puede empeorar las enfermedades ya existentes, como es el caso de glaucoma o miopía ya que se restringe el flujo sanguíneo y ocasiona que la visión sea aún más borrosa.
También contribuye al desarrollo de síntomas del queratocono una condición no habitual donde la córnea está anormalmente adelgazada y dejando una forma de cono en el ojo, aunque no hay riesgo de ceguera si hace que la visión disminuya significativamente y con el tiempo necesitar una cirugía ocular.
Además se pueden contraer infecciones como la conjuntivitis, que llevará a tallarse más los ojos y empeorar la situación, la enfermedad se adquiere al transportar virus y bacterias de las manos, por lo que esta acción debe evitarse en todo momento.
Otro de los riesgos son las lesiones ya que se puede dañar la córnea y necesitar un trasplante, aunado a lo anterior los vasos sanguíneos se rompen que generan una mirada cansada y oscurecimiento alrededor de los ojos.
Se adquieren también líneas de expresión, estas alrededor de los ojos son muy delgadas y sensibles, al frotarse los ojos constantemente solo se conseguirá que la piel se estire más.