Para aliviar el alma no basta con una vacuna. Y en tiempos de pandemia también es necesario atender el dolor espiritual, del cual pueden derivar padecimientos físicos.
Los promotores de los temazcales indican que ayudan a disminuir deficiencias circulatorias, así como diversos padecimientos como el estrés, sinusitis o estados depresivos.
“Aquí vienen los que quieres sanarse espiritualmente, aquellos que tienen algún dolor físico o mental, es espiritual, principalmente, pues el estrés, el miedo, la ansiedad o algún dolor muscular en espalda, rodilla, todo eso se manifiesta porque no está bien el cuerpo”, explicó Dionisio, quien ofrece este servicio de temazcal en el paraje del Canto del Colibrí, ubicado en Valle de Bravo.
Desde el 2010 el ajetreo de la Ciudad de México hizo que Rosamaría proyectara un estilo de vida en armonía con la naturaleza, lo que hizo que fundara Canto del Colibrí, espacio creado con su compañero de vida, Dionisio, quien también ha aprendido técnicas ancestrales como el temazcal.
“Tuvimos una maestra temazcalera muy buena, ella nos enseñó a perfeccionar la técnica que nosotros empleamos acá. Y también estamos constantemente preparándonos para hacer mejor las cosas”, indicó Rosamaría.
Aquí ofrecen una experiencia donde el ser humano puede reencontrase con su yo interno, pues consideran que la mejor guía es uno mismo.
No hay mejor maestro que uno mismo, uno conoce sus límites y sólo uno puede ayudarse, nosotros sólo detonamos lo que cada uno puede hacer.
En este lugar el contacto con la naturaleza puede llegar a través de retiros espirituales, talleres, seminarios o temazcales, donde tratan de que cada ser humano se reconozca a sí mismo y pueda superar todos sus males.
PANDEMIA
Durante la contingencia sanitaria tuvieron que adaptarse al ofrecer el servicio de temazcal una vez a la semana, pero por la alta demanda que tienen ahora son dos días donde realizan esta experiencia.
“Ahora vienen por el miedo que les ha generado la pandemia, el estrés, el pánico, la depresión, nosotros somos creyentes de que cualquier virus es mental, si tú piensas que te vas a enfermar y no dejar de pensar en eso, pues te vas a enfermar”.
“Pero si estás en armonía con la naturaleza, no lo estarás. De hecho los médicos recomiendan las infusiones para los pacientes de Covid-19, y los temazcales son eso”, describió Rosamaría.
En el Canto del Colibrí nadie se ha contagiado, pues los temazcaleros dicen que el virus no se reproduce en un ambiente de calor intenso, como el que se genera al interior de los temazcales.
PRESERVAN LAS TRADICIONES
El temazcal es una práctica que ha resistido conquistas y sincretismos, proviene del náhuatl tema, “vapor”, y calli, “casa”. Traducido al español se entiende como “casa de baño de vapor”.
Estos sitios se encontraban dentro de los centros ceremoniales del México prehispánico y su práctica se asociaba a los juegos de pelota y rituales religiosos. La estructura física de los baños de vapor está formada a partir de un techo de dos aguas, planos o en forma de cúpula. Pueden encontrarse en forma rectangular, cuadrada y circular, siendo ésta la más común ya que tiene un significado místico.
Los materiales con los cuales están construidos son barro, carrizo, adobes o piedra tallada y el piso es de tierra apisonada, quemada, empedrada o con estuco. Para quienes lo practican representa el interior de la Tierra, es decir es el vientre de la madre Tierra donde se entra para volver a nacer.
Los ancestros decían que entrar a los temazcales era volver a la tierra del maíz, pues significaba tener contacto nuevamente con nuestras raíces.
TERAPIAS
La práctica o terapia al interior del temazcal comienza cuando se calientan las piedras a las cuales les nombran las abuelitas para que entren al temazcal. Esto se hace de forma tradicional calentando a las piedras con el fuego de leña.
En el interior de la estructura circular hay un temazcalero, quien comúnmente ofrece una explicación de la forma geométrica del temazcal. Durante el desarrollo de la terapia se ayuda a las personas a eliminar sus miedos mediante la generación de energía positiva.
Los visitantes también pueden cantar al son del temazcalero, mientras les habla de las puertas del temazcal.
En el baño de vapor ancestral se calienta una olla con hierbas medicinales, haciendo una especie de té medicinal que será inhalado por quienes se encuentren en el interior.
Este té medicinal se vierte donde las piedras están calientes, lo cual genera más vapor al interior, completando el baño saludable e incluso los temazcaleros indican que los médicos ya recomiendan esta técnica como parte de la rehabilitación para cualquier tipo de enfermedad.
En el municipio de Valle de Bravo estos personajes también esperan llevar esta técnica a más comunidades, pues consideran que los habitantes de esta región deben reencontrarse con el bosque, la naturaleza y las prácticas ancestrales, las cuales no deben perderse, pues son el legado de las comunidades indígenas.