Por naturaleza los seres humanos somos complicados, pero una persona difícil es así con todo el mundo, no obstante en la complejidad de cada trabajador hay personalidades que destacan por su manera de ser e interactuar y que dificultan la relación con el resto del equipo de trabajo.
Ubits (plataforma de entrenamiento corporativo) y Bumeran (portal de empleos), detallan algunas de las diversas personalidades complicadas que pueden obstaculizar el buen ambiente laboral.
Los dependientes son las personas que centran su discurso en torno al “tu” y al “ustedes”, ya que evitan hablar o considerarse a sí mismos, también requieren mantener vínculos constantes con otros.
Mientras que aquellos que necesitan ser el centro de atención son los estriónicos, su actitud se debe a que es probable hayan crecido así durante su infancia o por el contrario la recibieron en exceso, por lo tanto son personas improductivas y poco colaboradoras.
Las personas que necesitan mantener el control son los obsesivo-compulsivos, una de las causas de su comportamiento es que crecieron en un ambiente familiar inseguro o inestable, en el ambiente laboral su perfeccionismo no es práctico ni ayuda a su desempeño.
Por su parte los narcicistas son aquellos que se concentran en ellos mismos, a nivel neuronal pueden tener una deficiencia de células espejo, que son las que facilitan la empatía, además tienen condicionamientos infantiles que acentúan su egocentrismo.
La personalidad de víctima es para aquellas personas que suelen quejarse cuando se les pide algo nuevo y si no son tomadas en cuenta, aunado a que si algo no les gusta se quejarán con el resto de los compañeros.
Tampoco faltan “los chismosos”, son los encargados de esparcir los rumores lo que en muchas ocasiones provoca conflictos y discusiones innecesarias.
En tanto los pasivos-agresivos expresan un enojo que no es expresado directamente pero se ve en su conducta, estas personas consideran que los demás no merecen su tiempo ni atención.